Por Silvana Moos
En la época estival, las vacaciones y el cambio en el ritmo cotidiano de actividades estamos normalmente en condiciones óptimas para pensar o repensar sobre ciertas decisiones que nos afectan como protagonistas directos o como padres: la elección de una carrera universitaria. El universo de posibilidades se amplía año a año y las primeras motivaciones de los interesados varían desde omitir la cursada de ciertas materias que les disgustaban en el secundario, lograr insertarse laboralmente con rapidez, cumplir algún sueño de los progenitores, adquirir cierto prestigio y reconocimiento social u obtener conocimientos técnicos concretos que puedan constituirse en herramientas de aplicación directa.
Lo cierto es que el paso por la universidad ofrece una amplia visión y experiencia para la formación y proyección del estudiante en su integralidad como ser humano que será definitiva en su vida, más allá de los conocimientos adquiridos en esta etapa.
Cuestiones a tener en cuenta al momento de elegir:
Sugerimos, en base a la experiencia de 15 años de UCES en Rafaela, algunos ítems que pueden colaborar en tomar una decisión acertada.
• Diferenciar Plan de Estudios de Ejercicio de la Profesión
Los contenidos a los que accede el alumno están articulados y son acordes a las tendencias actuales de la comunicación. El Plan de Estudios es una instancia gradual e integrada de acceder a los conocimientos, organizada por año y por asignaturas. Muchas veces y apresuradamente se “descarta” una posibilidad porque hay una o dos materias “que no me gustan o me cuestan”. El superar esas dificultades “normales” de la vida académica, se puede constituir en una gran fortaleza para el futuro profesional.
Por otro lado es importante que se pueda conversar con alguien que esté ejerciendo la profesión para conocer cuáles son sus actividades, responsabilidades y cómo aplica los conocimientos y habilidades que capitalizó durante el período de estudiante universitario.
• Conocer cuál es el perfil del graduado
En UCES, en la Licenciatura en Comunicación Social por ejemplo, buscamos la formación de comunicadores responsables de sus actos, críticos en sus análisis, formados en su desempeño profesional y ricos en su acervo cultural. Lo cual resulta una meta ambiciosa que no sólo habla de conocimientos específicos sino de formación integral. Es una carrera generalista donde se amalgaman diversas disciplinas (por ejemplo: desde Marketing hasta Culturas Contemporáneas, desde Semiótica hasta Economía y Sociedad) que ayudan a “abrir la mente” y explorar distintos aspectos de la realidad. Lograr la creatividad tanto en el pensar como en el hacer es una tarea ardua basada en el valor que aporta la generalidad. Ese es un rasgo distintivo, y constituye la identidad del comunicador social.
• Sopesar aspectos complementarios
De algunos datos del Censo de Ingresantes de nuestra sede encontramos que los alumnos valoran a la hora de elegir otros aspectos que si bien no son esenciales a la carrera inciden en su elección:
- La posibilidad de elegir entre diferentes orientaciones (Comunicación Institucional, Periodismo y Medios y Comunicación Publicitaria).
- El cursado de materias cuatrimestrales.
- Los títulos intermedios (Técnico universitario en Comunicación Social).
- Horario que la Universidad brinda (19 a 22 hs).
- Trato personalizado.
• Conocer cuáles son las fortalezas y debilidades al momento del ingreso
Datos interesantes dejan ver las conclusiones arrojadas en los Cursos de Ingreso donde los mismos estudiantes expresan claramente las dificultades y falencias en técnicas y prácticas de estudio:
- Deficientes hábitos de estudio,
- Carencia de estrategias de lectura
- Insuficiente manejo de aspectos organizativos tales como planificación de actividades y horarios.
Es fundamental asumir, si es que existen, esas falencias y trabajar cuanto antes en su superación, ya que son habilidades imprescindibles para el buen desempeño universitario.
• Buscar información variada de calidad
Un folleto, un plan de estudios, un programa son sólo aspectos fragmentados de lo que significa una carrera. Profundizar en una entrevista con el coordinador, con docentes, varios estudiantes y graduados puede ayudar a conformar una idea más completa de lo que es la carrera.
• Considerar el valor de la autogestión
Lejos quedaron los tiempos en que al final del camino esperaban, un título, una placa de bronce y un puesto de por vida. Es fundamental comprender que las posibilidades - y experiencias- se van forjando desde el primer día de la cursada, con actitudes responsables, con proactividad, con inquietudes y capacidad de concretar proyectos propios.
“Ser universitario” no sólo significa transferir conocimientos, sino actitudes y valores; implica una forma de vida, un compromiso ante la sociedad y ante sí mismo.
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