Por Roberto Actis
Las primarias de ayer no fueron definitivas para la elección de cargos, pero sí dejaron muy despejado el camino a las generales del 27 de octubre, cuando haya que resolver las 5 bancas del Concejo Municipal. Hubo varios aspectos para resaltar, y aún de escasa originalidad optamos por el perfume de mujer que tuvieron estos comicios, un aroma que resultaba previsible por Chany Fontanetto, y tal vez no tanto por Natalia Enrico; peronista una, socialista la otra, representantes directas de los dos nucleamientos políticos de mayor peso en la ciudad. Uno, gobernando a Rafaela desde hace 22 años, el otro la Provincia desde hace 7
El Frente Progresista Cívico y Social, que competía en serio entre sus cuatro listas con el armado para octubre, tuvo un incentivo extra que terminó ubicándolo como gran protagonista, ofreciendo además esa definición voto a voto entre Enrico y Germán Bottero, resuelta por un puñado de votos, en puja que recién se resolvió al contabilizarse la última urna.
En lo individual, Fontanetto arrasó con 11.000 votos que fueron algo más del 22% del total, coincidente con lo que anticiparon algunas encuestas, que en cambio equivocaron otros, comprobando que no son infalibles. A unos 4 mil sufragios la escoltó Enrico, y ahí nomás después del cabeza a cabeza quedó tercero el radical Germán Bottero, muy cerca de ellos quedó cuarto Tati Parra, a algo menos de 2 mil votos de los tres anteriores se ubicó Lalo Bonino del PRO, y un escalón más bajo Lisandro Mársico. Aunque las puertas no le cierran a nadie, son estos dos últimos los que podrían contar con alguna chance de escalar posiciones en octubre, al menos así lo dicen los números.
Un dato curioso en estas elecciones es que no habrá ninguna renovación de bancas, pues de los dos que la buscaban, el radical Víctor Fardín ya quedó en el intento, mientras que Lolo Bauducco con el caudal obtenido está muy lejos de esa posibilidad.
Si en lugar de primarias ayer hubiesen sido las elecciones generales, las cinco bancas del Concejo serían para Chany Fontanetto y Marcelo Lombardo -primero y segundo del Frente para la Victoria-, Natalia Enrico y Germán Bottero que en ese orden irán en la boleta del Frente Progresista, y el peronista Leonardo Parra. Pero no fueron las definitivas, y por eso algunos quedaron espiando desde más abajo, buscando recomponer el ánimo para volver a la lucha, quizás esperando que alguno se duerma en los laureles.
En algunos comentarios desde la columna política decíamos que eran necesarios unos 6.000 votos para aspirar a una banca y por ahí anduvo la cuestión, aunque también debemos admitir el fallido respecto a la quinta banca, siempre resuelta por el filo de una navaja, lo que por lo visto ayer no ocurrirá esta vez.
La conformación del Concejo que se avecina, de confirmarse estos resultados, estaría integrado por cinco peronistas, aunque en diferentes bloques, tres por el oficialismo sumándose Fontanetto y Lombardo a Daniel Ricotti que sigue, en tanto Parra componiendo bloque con Silvio Bonafede. Otros tres integrarían el núcleo del Frente Progresista, con Enrico y Bottero sumándose a Telesco, aunque entre estos se profundizaron fuertes diferencias en el armado de las listas para esta campaña. Quedará completando el Cuerpo deliberativo el macrista Hugo Menossi.
Sin dudas se avecinan otros tiempos, no sabemos si mejores o peores, simplemente distintos. Con relaciones de fuerzas que quizás anticipen más escaramuzas, pero que también impondrán más sólidas negociaciones cuando haya que buscar acuerdos. La mayoría puede ir volcándose como un péndulo hacia uno y otro costado. Será cuestión de ver, aunque lo lógico es esperar que pase octubre, para recién ponerse a pensar en diciembre.
Volvemos al comienzo, nos quedamos con algo concreto: esta vez las elecciones de Rafaela estuvieron impregnadas por un fuerte perfume de mujer. ¡Bienvenidas!
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