Por Redacción
La repercusión de las represalias internacionales sobre la Argentina y el plan del gobierno. La importancia del mediano y largo plazo en el proceso político local.
El plan de expropiación de YPF es un hecho. El gobierno ha enviando el proyecto al congreso y el mismo será aprobado sin mayores inconvenientes. Fuerzas opositoras y aliadas han dado el visto bueno a la iniciativa oficial. Si bien la Argentina será testigo de un encendido debate parlamentario el resultado final será la aprobación de la medida.
Ante este escenario podríamos comenzar a preguntarnos cuáles serán las consecuencias de esta expropiación. ¿Existe un riesgo real para la argentina? ¿Deberá el país pagar un precio por su accionar? ¿Qué variables está considerando el gobierno de Cristina Kirchner?
Desde el punto de vista jurídico, el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) es el órgano al que naturalmente se dirigirá Repsol para reclamar compensaciones por su pérdida patrimonial. Tanto Argentina como España son miembros activos de dicha organización la cual depende del Banco Mundial. En caso el CIADI fallará en favor de Repsol, el gobierno argentino podría simplemente negarse a cumplir con dicha resolución sin sufrir consecuencias inmediatas. De hecho desde la crisis económica de 2001 a la fecha la Argentina se ha negado a acatar fallos del CIADI en múltiples oportunidades. Es por esto que una desobediencia más al tribunal no derivaría en un escenario diferente al actual. Si bien la Argentina al adherirse a este órgano se comprometió a acatar sus resoluciones pareciera que ese compromiso ha sido olvidado hace ya varios años.
En el campo político-económico, la Unión Europea y los Estados Unidos han condenado públicamente la expropiación. España ya ha anunciado la suspensión de sus compras de biodiésel y pareciera que la diplomacia ibérica trabaja en convencer a sus socios europeos de sumarse a esta medida. En 2011 la Argentina exportó mil millones de dólares de biodiésel a España y 2.000 millones a toda la Unión Europea. Si tenemos en cuenta que las exportaciones globales argentinas son de 85 mil millones de dólares anuales, este combustible representa sólo algo más del 1% del total de las ventas externas. Cierto es que todo país con ambiciones de progreso busca incrementar sus exportaciones hasta el último centavo, pero considerando el espectacular impacto político interno de la nacionalización no veo que esta pérdida de ventas sea un factor que considere el gobierno como trascendental. Por otro lado el escenario regional no es tan adverso. Brasil, principal socio de la Argentina se ha despegado de la disputa sosteniendo que la misma es un asunto bilateral entre Buenos Aires y Madrid.
Si miramos al mediano y largo plazo podríamos avizorar las consecuencias negativas de la nacionalización. Evidentemente los capitales internacionales que deseen invertir en América Latina buscarán refugio en Chile, Brasil, Uruguay o Perú antes que en la Argentina. País que en la mirada de los inversores pareciera haberse acercado un poco más a Venezuela luego del reciente manotazo gubernamental. Pero como las consecuencias reales de la medida saldrán a la luz en el mediano o largo plazo las mismas no son realmente un problema para un gobierno cuya prioridad central es el próximo proceso electoral (2013). Con esto no intento criticar particularmente a la administración de Cristina Fernández de Kirchner. Si hacemos un poco de historia podríamos calificar de cortoplacistas a prácticamente todos los gobiernos que tuvo la Argentina durante las últimas ocho décadas.
Cuando los ministros e inclusive la Presidenta sostienen que no le tienen miedo a las represalias internacionales no lo hacen por pertenecer a un gobierno “valiente” o “defensor de los derechos de los argentinos”. Lo hacen simplemente porque no hay nada a qué tenerle miedo, o mejor dicho, a lo único a lo que se le podría tener miedo es al largo plazo, pero para la clase política argentina el largo plazo se limita al período que transcurre desde este momento hasta las próximas elecciones.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.