Se llamaba Alan Bautista Scelatto, tenía 23 años de edad, y fue degollado con el filo de una botella rota, en una pelea sostenida con un vecino en el Oeste del conurbano bonaerense.
Más tarde, el asesino se entregó a la Policía, por lo que fue detenido en tanto se dio inicio a una investigación, tratando de establecer detalles de lo que finalmente terminó en tragedia.
El homicida cuenta con 35 años, y ahora aguarda ser juzgado por el delito cometido.
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