En una audiencia realizada en la mañana de este viernes en los Tribunales de Rafaela, el fiscal de Homicidios Martín Castellano imputó formalmente a Héctor Argentino “El Patrón” Gallardo (54), señalado como uno de los capos narco de la región de San Francisco y Frontera que recientemente fue detenido en Puerto Madryn tras permanencer casi tres años prófugo. El hombre figuraba en la lista de los diez criminales más buscados de la provincia y por su captura se ofrecía una recompensa de 25 millones de pesos.
La audiencia, que fue presidida por el juez Gustavo Bumaguin, se celebró en los Tribunales de Rafaela 48 horas después de su arribo a Santa Fe. Gallardo fue trasladado el miércoles desde Chubut por las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) y quedó alojado desde la madrugada del jueves en la Unidad Penitenciaria Nº 1 de Coronda, bajo régimen de alto perfil. Su detención se concretó el 2 de diciembre en Puerto Madryn, donde se ocultaba, tras ser acusado del homicidio agravado de Carlos Miguel Cabrera y de amenazas coactivas vinculadas al mismo conflicto.
En el marco de la audiencia, Gallardo aclaró que nació en San Francisco y no en Rafaela, tal como había informado en su momento el Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe cuando lo incluyó entre los diez delincuentes más buscados de la Provincia.
Dos hechos, un mismo conflicto
Según la imputación presentada por Castellano, Gallardo -quien participó de manera virtual desde la cárcel de Coronda, asistido por los abogados Federico Scarinci y Claudio Torres del Sel- enfrenta cargos por dos hechos que, para la Fiscalía, están conectados por el mismo trasfondo: un proceso de coacción creciente contra Cabrera, seguido de su asesinato.
El primer hecho apunta a una serie de amenazas coactivas que, de acuerdo con el legajo, se extendieron de forma reiterada entre 2021 y abril de 2022. La Fiscalía sostiene que Gallardo ejerció “un proceso coactivo en escalada”, dirigido a obligar a Cabrera a entregar bienes, saldar supuestas deudas y abandonar definitivamente la ciudad de Frontera y sus alrededores. Para ello —según la reconstrucción fiscal— utilizó amenazas directas de muerte, mensajes transmitidos a través de terceras personas, e incluso involucró a su sobrina, Carla Gallardo, como intermediaria en un contexto en el que también habría sido presionada por el imputado.
Los dichos atribuidos a Gallardo muestran la contundencia del hostigamiento: “lo iba a matar”, “él se muere o su hijito”, “piense en su familia”, y la advertencia de que si Cabrera no obedecía, sufriría un daño mortal. Estas amenazas, según la acusación, afectaron de manera concreta la autonomía de la víctima e incrementaron su temor, pese a que habría manifestado no tener deuda alguna con el imputado.
El segundo hecho, más gravoso, refiere al homicidio de Cabrera ocurrido el 23 de abril de 2022 en el complejo de departamentos de calle 74 al 340 en Frontera. El fiscal atribuye a Gallardo el rol de instigador del crimen. Según la presentación, “El Patrón” habría determinado a dos personas aún no identificadas para ejecutar el ataque, tras planificar y disponer las condiciones necesarias para el asesinato.
De acuerdo con la investigación, ese 23 de abril, pasadas las 21.45, dos hombres en motocicleta llegaron al complejo: uno quedó de apoyo y el otro ingresó armado. Tras un breve intercambio con Cabrera —la víctima llegó a preguntar “¿quién te mandó?”— el agresor disparó entre tres y cuatro veces hacia la cocina, alcanzando al hombre en zonas vitales. El recorrido del proyectil, detallado en los informes forenses agregados al legajo, resultó letal: ingresó por el maxilar derecho y salió por la nuca, provocando lesiones internas que derivaron en su muerte poco antes de las 23 en el Hospital Iturraspe de San Francisco.
El fiscal sostiene que la modalidad del crimen coincide con las amenazas previas y descarta que los ejecutores materiales hayan actuado por un móvil autónomo. “Gallardo generó la resolución homicida”, afirma la imputación, que también remarca su dominio funcional sobre el ataque.
Calificación legal y prueba reunida
Los hechos fueron calificados como amenazas coactivas calificadas (por compeler a abandonar la residencia) y homicidio doloso agravado por el uso de arma de fuego, en carácter de instigador. Ambos delitos fueron atribuidos a Gallardo en concurso real.
Castellano respaldó la imputación con un extenso cuerpo probatorio: actas policiales, entrevistas testimoniales, pericias forenses, informes criminalísticos, registros de cámaras de seguridad y documentación vinculada a la investigación desde el mismo día del hecho hasta 2025. Entre ellos figuran declaraciones de familiares de la víctima, registros de amenazas previas y el informe de autopsia final elaborado en noviembre de 2023.
Un detenido de alto perfil
Con la detención de Gallardo, el Gobierno provincial contabiliza 13 delincuentes de alto perfil apresados en los últimos meses, ocho de ellos en el marco del programa de recompensas “Los más buscados”. Su captura, considerada de alto impacto por las autoridades, se produjo tras un trabajo coordinado entre las TOE y la Policía de Chubut.
Tras la imputación, la situación procesal de Gallardo continuará bajo revisión del Ministerio Público de la Acusación, mientras avanza la investigación que busca identificar a los autores materiales del homicidio de Cabrera.