Respondía al nombre de Federico Toledo, tenía 20 años de edad, y dejó de existir tras haber recibido una trompara que lo derribó, y su cabeza pegó contra un banco.
Sucedió a la salida de un boliche en San Miguel de Tucumán, en el contexto de una discusión frente a una parada de colectivos.
El presunto homicida, de 22 años, intentó huir al comando de una motocicleta, pero fue arrestado por personal policial.
En la oportunidad, un amigo de la víctima sufrió la fractura de su nariz, al recibir una trompada en el transcurso de la referida discusión, en la que intervinieron varias personas.
Comentarios