Se llamaba Rosa Andrada, tenía 194 años de edad, y murió tras ser atacada y golpeada a bastonazos por su yerno, identificado como Hugo Zelaya, de 62 años, cuando la víctima intentó defender a su hija de la agresión a la que era sometida por el posterior homicida.
Sucedió en una casa sita en la capital tucumana, y el femicida fue arrestado por personal policial.
En dicho escenario, la hija de quien perdió la vida fue trasladada de urgencia al hospital Padilla, y se hallaba fuera de peligro.
Según se supo, logró salir de la vivienda, donde finalmente su madre fue asesinada.
El detenido fue acusado de los delitos de femicidio, y tentativa de homicidio.
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