Por REDACCIÓN
Por Almudena Martínez-Bordiú
CIUDAD DEL VATICANO, 10 (ACI PRENSA).-El Papa León XIV recibió este 10 de octubre en el Vaticano a los miembros de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), fundación pontificia que apoya a la Iglesia Católica en su labor evangelizadora en las comunidades más necesitadas, discriminadas y perseguidas del mundo.
En su saludo inicial, el Santo Padre destacó la relevancia de su labor, especialmente en un mundo que sigue “siendo testigo de una creciente hostilidad y violencia contra aquellos que sostienen convicciones diferentes, incluidos muchos cristianos”.
Cabe destacar que el Papa León XIV conoce de primera mano la misión de esta fundación que apoya a muchas de las misiones en Perú, incluidas las de la Diócesis de Chiclayo, donde el Santo Padre sirvió como obispo.
Según el Pontífice, la misión de ACN —que financia más de 5.000 proyectos pastorales y de emergencia humanitaria en 137 países—, proclama que, como una sola familia en Cristo, “no abandonamos a nuestros hermanos y hermanas perseguidos”.
El Papa León XIV también subrayó que “el sufrimiento de cualquier miembro del Cuerpo de Cristo es compartido por toda la Iglesia”. Bajo esta premisa, destacó el “profundo anhelo de verdad, de sentido y de comunión con los demás y con Dios” que todo ser humano lleva en su corazón. Un deseo que, según el Pontífice, “surge desde lo más profundo de nuestro ser”.
“El derecho a la libertad religiosa no es opcional, sino esencial”
ACN nació en 1947 —según recordó el Santo Padre—, para defender la libertad religiosa y como respuesta al “inmenso sufrimiento dejado tras la guerra”, con el objetivo de fomentar el perdón y la reconciliación.
El Pontífice señaló con firmeza que “el derecho a la libertad religiosa no es opcional, sino esencial”, y se refirió a ella como “una piedra angular de toda sociedad justa, pues salvaguarda el espacio moral en el que la conciencia puede formarse y ejercerse”.
En este sentido, indicó que la libertad religiosa “no es meramente un derecho legal o un privilegio otorgado por los gobiernos”, sino “una condición fundamental que hace posible la auténtica reconciliación”.
En consecuencia, aclaró que, cuando se niega esta libertad, “la persona humana es privada de la capacidad de responder libremente al llamado de la verdad”. Y advirtió: “Lo que sigue es una lenta desintegración de los vínculos éticos y espirituales que sostienen a las comunidades; la confianza da paso al miedo, la sospecha reemplaza al diálogo y la opresión engendra violencia”.
“No se cansen de hacer el bien”
A continuación, agradeció a los miembros de esta fundación por sus informes sobre la Libertad Religiosa en el Mundo, “un instrumento poderoso para crear conciencia”.
“Dondequiera que Ayuda a la Iglesia Necesitada reconstruye una capilla, apoya a una religiosa o proporciona una emisora de radio o un vehículo, fortalecen la vida de la Iglesia, así como el tejido espiritual y moral de la sociedad”, dijo a continuación.
También destacó que su asistencia ayuda a “pequeñas y vulnerables minorías”, como en la República Centroafricana, Burkina Faso o Mozambique.
Al término de su discurso, les agradeció a cada uno por esta obra de caridad, pues su servicio “da fruto en innumerables vidas y da gloria a nuestro Padre celestial”. “No se cansen de hacer el bien”, les exhortó.