Por REDACCIÓN
Por Hugo Borgna
“Por la noche en el comedor – el perro y yo descansamos – él en su sillón, yo en el mío – Recostado ejecuta un liviano sueño, en cambio – yo con los pies en la silla, - con la vista posada en un punto por detrás de la pared – pienso en todo lo que me viene a la cabeza – es decir; no pienso en nada – el perro y yo nos sentimos a gusto – la noche ha sido condescendiente con nuestro ocio – mañana, quien sabe – qué hueso habremos de roer” (El perro y yo).
Si se hace una búsqueda de mediana profundidad, podemos encontrar datos de dos personas con el mismo nombre y apellido. Uno, el más lejano, el esplendoroso Roberto Malatesta, Condotieri y Señor de Ramini y Sesena, que nació en la Roma de siempre y vivió entre los años 1440 y 1482. El otro Roberto Malatesta nació en nuestra capital provincial el 27 de diciembre de 1961 y en la actualidad sigue con su tarea de poeta y su profesión de Contador Público Nacional.
“Las aguas del Salado visitaron mi barrio, - fue una lengua enorme, sedimentosa, oscura – no se parecía al río manso de mi infancia – más bien era el mismo demonio – que estiraba su lengua sobre nosotros – Todos los vecinos subieron a los techos – y yo juro y mi perro jura, - vimos a Dante y a Virgilio – pasar en bote por mi calle – rumbo al Purgatorio” (Por encima de los techos).
Una de las formas de calificar y cuantificar, es valerse de una reseña de obras y reconocimientos que, se sabe, nunca podrán mostrar cuánto tiempo y búsqueda interior se ha invertido para la creación de cada texto (en este caso, también, de cada verso y su relación íntima con el resto del párrafo y el siempre incierto mensaje que cierra cada poesía). Entre los poemarios publicados están: De las cosas blancas (1984), Casa al sur (1987), La prueba de la soledad (1991), Del cuidado de la altura del níspero (1992), Las vacas y otros poemas (1994, Premio municipal de poesía), Flores bajo la lluvia (1998), Por encima de los techos (2003, Premio José Pedroni), y No importa el frío (2003). Colaborador de medios gráficos de Santa Fe (Diario El litoral y Revista Fénix), ha coordinado talleres literarios en Santa Fe y Reconquista.
“Cae la lluvia y se consume la luz – de un esforzado cielo – en la tibia habitación donde – alimentas de tu pecho a nuestra hija – Y en la semiluz que a todo lo extraña – desconcierta la inclinación de un puño – sobre el que balancea una cabeza – que ha perdido la razón a la cual – sin más nos sometemos. El color – advierte, se ha teñido de una suerte – de sustancia capaz de alimentarme – Mamando así, también en ti, estoy ausente – de todo cuanto sufro y significa” (Cae la lluvia, se consume…)
Roberto Malatesta ha tenido y mantiene relación amistosa y artística con autores locales, quienes han participado en repetidas oportunidades del taller que coordinó en la sala de Luz y Fuerza, en su ciudad. Del mismo modo se tuvo la oportunidad en contar con su presencia en Rafaela, cuando fue designado como jurado en distintas realizaciones del concurso literario organizado por E.R.A. (Escritores Rafaelinos Agrupados), manteniendo en estos días el amable contacto surgido desde entonces.
Es básicamente escritor, y también ser humano. De su obra de sensible y crecida inspiración, el libro “Por encima de los techos” resulta ser mezcla clara y dolorosa del efecto que ha experimentado durante la inundación, de un tercio de la ciudad de Santa Fe, en el año 2003. De ese momento es un testimonio de dolor la visión de una línea oscura de humedad en una pared de su domicilio, a la altura de dos metros desde el piso. “Hasta aquí llegó el agua”, dijo señalándola con su mano derecha.
La misma que escribió la poesía de una sola línea “Nuestro mejor gobierno es el sol”
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