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Economía Viernes 27 de Junio de 2025

Rafaela, ¿más cara que Madrid o Roma?

Los vecinos de las capitales de España y de Italia, que en promedio perciben salarios muy por encima de los que se pagan en Argentina, compran productos básicos a precios muy inferiores que en este país. ¿Cuál es el problema?

Agrandar imagen La diferencia de precios en las tiendas de Zara alrededor del mundo siempre ha sido tema de análisis. Un grupo de amigas españolas durante su viaje a Argentina visitó el local de la marca en Buenos Ai
La diferencia de precios en las tiendas de Zara alrededor del mundo siempre ha sido tema de análisis. Un grupo de amigas españolas durante su viaje a Argentina visitó el local de la marca en Buenos Ai Crédito: FOTO CAPTURA DE VIDEO

Por Guillermo Briggiler

Comprar alimentos en un supermercado de Rafaela puede salir más caro que hacer las mismas compras en Madrid o Roma. Aunque parezca exagerado, los datos lo confirman. Y puede corroborarlo cualquiera realizando un relevamiento a través de las app que hoy se popularizaron con la apertura de la importación.

Así como se utiliza la app de Mercado Libre para comparar lo precios locales y saber si uno está pagando un valor razonable en los comercios rafaelinos, también podemos utilizar las aplicaciones de Amazon, Alibabá o SHEIN, entre otras, para conocer (y comprar) los precios en el exterior.

De esta forma puedo comparar productos de consumo básico entre, por ejemplo, Argentina y España y descubrir que algunos precios en góndola son más altos en nuestro país. Por ejemplo, un pan lactal de marca reconocida cuesta $6.245 en un supermercado de Rafaela, mientras que en Madrid ese mismo producto vale €2,92, lo que equivale a unos $4.000 aproximadamente. Es decir, en Rafaela este pan puede costar un 50% más que en Europa.

Otro caso que podemos ver es el del aceite de oliva. En Madrid, una botella de medio litro cuesta alrededor de €3,50 (unos $4.800), mientras que en supermercados argentinos puede superar los $6.000. Productos como el queso untable, los yogures, el café molido o incluso una gaseosa muestran la misma tendencia: más caros acá que allá.

Pero, ¿por qué pasa esto? La paradoja de pagar más por menos tiene varias explicaciones. La presión impositiva argentina, IVA, Ganancias, Ingresos Brutos, entre otros. También, los costos logísticos internos, recordemos que tenemos falencias en ferrocarriles y puertos y llevamos toda la producción con camiones.

Por otra parte, la escasa competencia interna y muchos sectores carterizados o monopólicos, y una estructura de precios distorsionada por la inflación de años y la inestabilidad económica, hacen que, aun con salarios considerablemente más bajos, los argentinos paguen más por su canasta básica que los europeos.

Si vamos a los salarios, en España, un trabajador promedio cobra entre €1.700 y €1.800 netos por mes, lo que al tipo de cambio oficial representa más de $2.400.000. En Italia, el ingreso mensual puede superar los €2.000 netos, es decir, cerca de $2.800.000. En cambio, en Rafaela, los sueldos promedio apenas se acercan (y no en todos los casos) al millón de pesos, con variaciones según el sector. Si bien algunos trabajadores del sector privado o público formal pueden superar esa cifra, la gran mayoría está muy lejos de alcanzar un ingreso comparable al de un europeo.

¿Y qué pasa en Roma? En la capital italiana, los precios también resultan más accesibles. Un paquete de fideos secos cuesta €0,79 (unos $1.100), un litro de leche ronda el euro y un kilo de carne vacuna se consigue por entre €10 y €14. Aunque los valores parecen similares a los argentinos, hay que tener en cuenta que se pagan con sueldos europeos. La diferencia no está solo en lo que cuesta un producto, sino en cuántos minutos de trabajo hacen falta para pagarlo.

En Rafaela, como en muchas ciudades del interior del país, el costo de vida golpea con fuerza. No solo los alimentos: también los alquileres, los servicios y el transporte hacen que vivir se vuelva cuesta arriba. Para muchas familias, llenar la heladera se convirtió en una odisea semanal.

Que un rafaelino pague más por productos esenciales que un madrileño o un romano pone en evidencia el verdadero “costo argentino”, que ya no es una teoría económica, sino una realidad cotidiana que se sufre en cada compra.

#BuenaSaludFinanciera

@ElcontadorB

@GuilleBriggiler

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