Por REDACCION
La belleza agreste de la amapola de jardín, con sus pétalos que parecen hechos de papel crepé, el brillo satinado en las flores de la amapola de California, que se quedó a vivir en nuestra Patagonia son algunos de los atributos ornamentales de estas plantas. Las amapolas nos cautivan con sus formas, texturas y colores, y están ligadas a la cultura del hombre desde tiempos remotos. Hoy les voy a comentar cómo cultivarlas, el otoño es un buen momento para comenzar.
La mayoría de las especies cultivadas en nuestro país son herbáceas del ciclo anual, que deben sembrarse en el otoño para que florezcan en la primavera. Requieren pleno sol y suelos sueltos, con buen drenaje no demasiados fértiles. Soportan heladas y sequías, y prosperan en diferentes climas, templados y fríos. Si se desea prolongar el período de floración es conveniente eliminar las flores marchitas y los frutos y planificar siembras escalonadas entre los meses de marzo y junio. Son plantas rústicas de fácil cultivo y se resiembra espontáneamente en los jardines.
ESCHSCHOLZIA CALIFORNICA (AMAPOLA DE CALIFORNIA).
Es originaria de América del Norte. Tiene un ciclo anual o perenne con una altura de aproximadamente 30 cm. Esta especie posee numerosas variedades con flores simples, semidobles o dobles y colores variados: rojo, naranja, amarillo, rosado, blanco, etc.
En nuestra zona conviene cultivarla como anual, a partir de siembra otoñal de asiento (o en su lugar definitivo) o en almácigos (luego debemos trasplantar cuando la planta llega a una altura de 5 a 8 cm). Requiere pleno sol, suelos bien drenados y una distancia entre plantas de 20 cm. Soporta heladas y bajas temperaturas invernales. En suelos con drenaje deficiente es sensible al encharcamiento. Las variedades de flor doble son de crecimiento limitado y cultivo más dificultoso. Posee una alta capacidad de resiembra espontánea.
En los jardines las podemos usar como bordura, en macetas, en canteros entre otras especies. Sus flores abren con el sol y se cierran al atardecer o en días nublados.
Una curiosidad que no puedo dejar de contarles es que el tegumento de las semillas posee estomas y los frutos se abren de manera explosiva, las partes que los integran se enroscan en forma de espiral y así lanzan sus semillas a gran distancia. Esta planta posee una larga raíz pivotante que le permite soportar períodos prolongados de sequía. Es la flor emblemática del Estado de California y se ha naturalizado en la Patagonia nuestra.
Cómo se siembran sus semillas
Las especies con semillas muy pequeñas pueden mezclarse con arena para lograr una distribución más homogénea en el terreno. En la siembra de asiento es imprescindible lograr una cama de siembra uniforme, mullida y nivelada. Luego se distribuye la semilla y se riega con regadera de flor fina. No es necesario cubrir las semillas ya que requieren luz para germinar. Las semillas más grandes deben cubrirse en forma ligera con tierra muy fina. Una vez que las plantas se desarrollan se ralean para llegar a la distancia recomendada. En la siembra de almácigo el sustrato debe ser muy bien preparado, germinan entre los 10 y 15 días. El trasplante al lugar definitivo se llevará a cabo cuando puedan manipularse. Marzo, abril y mayo son los meses mejores para la siembra de amapolas.
Manos a la obra que estamos muy a tiempo para lograr una exposición de flores en primavera verano. Suerte.
Ing. María Paula Berta.
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