Por REDACCION
La Bolsa de Cereales de Buenos
Aires pronosticó ayer que la superficie de trigo para la campaña
2015-2016 caerá 7% respecto de la anterior y proyectó una
superficie de 4,1 millones de hectáreas.
Se trata de 300.000 hectáreas que no se sembrarán con trigo en
el país, mientras que los técnicos de la entidad ajustaron los
números del ciclo anterior y ubicaron el área que se sembró en 4,4
millones de hectáreas y una producción 2014-2015 de 11,75 millones
de toneladas.
En tanto, los especialistas aclararon que la superficie a
implantar igualaría al promedio sembrado durante las cinco
campañas previas, del 2010-2011 al 2014-2015 que fue de 4,1
millones de hectáreas.
"A pocas semanas de comenzar la nueva campaña de trigo, un
marco de incertidumbre es el factor común que caracteriza al
relevamiento realizado en toda el área agrícola nacional",
indicaron los especialistas de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa
de Cereales porteña.
Además señalaron que "la tendencia respecto de las perspectivas
de siembra anticipa una reducción del área destinada al trigo para
la nueva campaña. Los primeros sondeos realizados permiten
proyectar una superficie de 4.100.000 de hectáreas, cifra que
podría sufrir modificaciones durante los próximos meses".
Como resultado del relevamiento se detallan a continuación los
aspectos negativos más significativos que ejercen presión sobre la
decisión de siembra final:
- Los rindes de indiferencia, dada la relación de precios y los
costos, son lo suficientemente elevados como para desmotivar la
siembra.
- La negociación de alquileres aún se mantiene dentro de un
contexto de incertidumbre y se evalúan diferentes modalidades de
arrendamiento a definir durante los próximos meses.
- En algunas zonas de nuestra región agrícola se observan
dificultades vinculadas al financiamiento para poder encarar los
procesos de la siembra que están por comenzar.
A su vez se identificaron factores positivos, relacionados a la
incorporación del trigo dentro de la rotación, que atenúan el
recorte del área proyectada.
Dentro de este grupo de factores se destaca "la inclusión de
trigo dentro de la rotación agrícola demostró ser una herramienta
efectiva para el control de malezas".
"En paralelo, permite incrementar la disponibilidad de materia
orgánica en los suelos, y a su vez promueve mejoras físicas en los
mismos que son aprovechados por cultivos posteriores", lo que
podría llevar a los productores a optar por el trigo como cultivo
de invierno. Mientras que "en regiones que sufrieron excesos hídricos o
presentan napas próximas a la superficie, puede ayudar a controlar
el nivel freático y transformar excesos hídricos en aportes de
materia orgánica al suelo".
Finalmente, se relevaron expectativas de cambio de políticas en
el corto plazo respecto a la presión tributaria y a un esquema
comercial de mayor competencia.
"Sin embargo, las mismas no serían lo suficientemente fuertes
como para sostener o incrementar el área de siembra", dijeron en
el informe.
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