Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Rural Jueves 17 de Febrero de 2022

El INTA Rafaela sugiere sembrar maíces “muy tardíos”

Para compensar la debacle de los maíces de primera y segunda que, producto de la seca y la ola de calor, no generaron calidad de reservas, el Ing. Luis Romero dice que se está a tiempo para un maíz de tercera: “La siembra en esta fecha es una alternativa interesante para la cuenca lechera central”.

REDACCION

Por REDACCION

La región Centro oeste de Santa y Este de Córdoba, donde la alimentación de las vacas lecheras se basa en el uso de forrajes utilizados de manera directa (pasturas de alfalfa) y de forrajes conservados (silajes de maíz y sorgos y heno de alfalfa), ha sido afectada por una intensa sequía que perjudicó el rendimiento de los maíces tempranos, impidió la siembra de los tardíos (siembra de diciembre) y afectó el crecimiento y desarrollo de los sorgos.
En este sentido, el Ing. Luis Romero del INTA Rafaela, analizó: “se produjo un descenso en la productividad de los maíces tempranos (principios de septiembre), que tuvieron un menor rendimiento de biomasa total (menos materia seca y menos grano), mientras que los sembrados después no solo vieron afectado su volumen total sino también el contenido de grano porque al daño por la falta de agua se sumaron las altas temperaturas que impidieron lograr una buena polinización”.
Pero los maíces tempranos son solo una parte del sistema de confección de forrajes conservados de nuestros tambos en la zona. “A éstos hay que agregar el aporte que hacen los maíces tardíos de siembra de mediados de diciembre, que por la falta de humedad en el suelo no pudieron ser sembrados en la cantidad deseada –explicó el técnico experto en pasturas y forrajes-. Esta situación implica un déficit muy importante en el volumen de forraje necesario para alimentar a las vacas lecheras en el futuro cercano”.

UNA ALTERNATIVA OPORTUNA
Como ya se mencionó en este espacio de los jueves, los tambos de la región adelantaron durante la ola de calor de enero el picado de los magros maíces que estaban afectados por la seca, con rendimientos que estuvieron a la mitad de su potencial nutricional. Por esta razón, la recomendación de INTA Rafaela para el productor es que apueste por una siembra de tercera o “muy tardía”, a fin de compensar lo que se pueda la producción de reservas para el invierno.
“Trabajos realizados en nuestra experimental, sobre distintas fechas de siembra e híbridos desde mediados de enero hasta fines de febrero, han mostrado rendimientos medios de materia seca de alrededor de 11.000 – 13.000 kg/ha con valores máximos de 14.000 – 15.000 y mínimos de 7.000 a 9.000 kg/ha, variando estos rendimientos según el híbrido utilizado, la tecnología aplicada y la fecha de siembra, disminuyendo en general a medida que ésta se atrasa”, comentó Romero.
“En nuestra región, a pesar de la fecha de siembra, se logra un buen llenado y producción de granos, con un porcentaje de espiga del material cosechado que puede tener un valor medio de 50 % con valores máximos de 60% y mínimos de 30%”, detalló el técnico local.
“Los mejores resultados se han obtenido con fechas de siembra de mediados a fines de enero; las implantaciones de febrero si bien son factibles de realizar, se aumenta el riesgo de efectos adversos provocados por heladas tempranas, aunque en los últimos años vemos que el invierno se retrasa bastante”, aclaró Romero.
“La siembra de maíz en esta fecha muy tardía es una alternativa interesante para la cuenca lechera, que permitirá al productor compensar en parte el volumen de forrajes conservados que no pudo lograr este año”. Además, “la elección de sembrar maíz para silaje en estas fechas se la puede asociar o complementar con la utilización de los cultivos de invierno, como avenas de ciclo corto implantadas a fines de febrero que con la calidez del otoño florecerán temprano y podrán ser cosechadas en junio – julio, o la implantación en mayo – junio de avenas o trigos de ciclo largo”, recomendó el ingeniero rafaelino. “Otra alternativa es la cebada forrajera, para ser picada en setiembre – octubre”, como opción viable para nuestra región.

DIETAS MÁS EQUILIBRADAS
Debido a que los maíces ya picados aportaron volumen pero no tanto calidad (energía), desde el INTA Rafaela sugieren trabajar con el asesor nutricionista para que a la hora de utilizar las reservas, se complementen las raciones con aportes energéticos incorporando más granos, para obtener una dieta más equilibrada.
“Los maíces que se sembraron en enero están bien, con plantas chicas todavía pero si las lluvias acompañan, no debiera haber problemas”, estimó Romero. “Marzo y abril suelen ser los meses más lluviosos para la zona, así que serán muy oportunas para el llenado de granos esas lluvias para estos maíces muy tardíos”.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso