Por REDACCION
Desde 2016 en adelante, momento en el que comenzó la “reestructuración” de la cooperativa SanCor, el hermetismo informativo no deja conocer de primera mano cuál es la “situación real” de esta compañía, otrora la láctea número uno del país y una de las marcas más famosas de Sudamérica. Por eso todos los trascendidos y rumores periodísticos en torno al presente y el futuro de sus operaciones, siempre es tomado con pinzas.
En esta ocasión, lo que ubicó a SanCor otra vez en la portada de los diarios y sitios web especializados, fue el reciente paro del gremio de trabajadores de ATILRA, en reclamo por la regularización de aportes y salarios que la empresa viene dilatando y el pedido explícito al Gobierno para rescate a la cooperativa de su crítica situación económica. Ello afectó a toda la cadena láctea (con medidas de fuerza en las principales industrias del país), al considerar este sindicato que “el impacto regional que significa SanCor es altamente significativo”, por tratarse de “una empresa emblemática”.
En este sentido, ATILRA considera que “corresponde a este gobierno popular la responsabilidad histórica de salvar a SanCor”, y por ello el sindicato se encuentra “realizando gestiones ante organismos públicos y privados en pos de soluciones”. Pero en forma reservada, se está tejiendo otro plan.
REUNIONES Y RUMORES
Un nuevo capítulo se sumó esta semana cuando se conoció que un ecléctico grupo económico, con la anuencia de un sector del Gobierno, está diseñando un plan de rescate financiero mediante la conformación de un fideicomiso que permita encarrilar la cooperativa. Así, trascendió que los aspirantes al negocio ya se estuvieron reuniendo con el Gobierno nacional, aunque el primer encuentro oficial sobre este tema lo realizaron esta semana el jefe de Gabinete, Juan Manzur, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez y el secretario general de ATILRA, Héctor Ponce, quien a su término declaró: “Hablamos sobre el rescate Sancor”.
En tanto, se siguen realizando reuniones informales con el grupo de empresarios que estaría dispuesto a asumir el riesgo, entre quienes se menciona a José Urtubey (Celulosa Argentina), Marcelo Figueiras (Richmond) y representantes del holding Vila-Manzano. Según trascendió, la única manera en la que esta sociedad se involucraría está sujeta a tres condicionantes, que por el momento no consiguen la aprobación ni de los productores socios ni del gremio. A saber: contar con un aporte de 100 millones de dólares del Gobierno nacional, reducir la planta de personal a la mitad (hoy en 1.700 empleados) y gerenciar todas las operaciones de la compañía, prescindiendo del Consejo Directivo de la cooperativa.
LA VOZ SUBYACENTE DE SANCOR
Una fuente privilegiada con acceso al Consejo Directivo que preside José Pablo Gastaldi, confió lo siguiente: “Es cierto, SanCor está en equilibrio operativo, o sea, no gana ni pierde en este momento con lo que genera; lo que sucede es que el tamaño de su estructura (plantas ociosas, cantidad de personal) y las obligaciones que tiene, la tiran un poco para atrás y hoy no le permite crecer competitivamente”. Es por esta razón que “hace 18 meses que está buscando acceso a financiamiento para salir de ese resultado neutro, porque además, tiene la capacidad instalada en condiciones óptimas para crecer”.
Por otra parte, “SanCor le presentó al Gobierno hace un año y medio un plan que continuaba con toda la restructuración realizada a lo largo de estos cuatro años, en donde planteaba la necesidad de conseguir recursos para duplicar su captación de materia prima (hoy en 600.000 litros diarios), pero como suele suceder en todo lo que pasa últimamente con quienes conducen este país nadie pudo hacer nada al respecto; el único que había progresado con ese plan había sido el ya fallecido presidente del INAES, Mario Cafiero - argumentan desde la cooperativa-. La solución de fondo es, más leche en las cañerías y más insumos de producción para lo cual necesitamos una inyección de aproximadamente 30 millones de dólares, no de 100 como se dice ni mucho menos un nuevo managment de gente que no sabe del negocio lácteo”, aseveró esta fuente.
Cabe señalar que SanCor está intentando destrabar vía Cancillería el cobro de US$ 18 millones de una deuda de Venezuela, al tiempo que gestiona con el Gobierno un fondo de garantía estatal que le permita salir agresivamente a captar más materia prima con mejores precios.
Desde la compañía insisten en decir que “hoy la deuda es manejable (US$ 370 millones) y no hay conflictos en ese sentido porque toda la cuestión impositiva (nacional y provincial) se regularizó con planes de pago, mientras que los acreedores privados, fueron mediante APE (acuerdo preventivo extrajudicial)”.
Lo cierto es que en estos días debería conocerse algún grado de avance en las intenciones del grupo empresarial que desea manejar SanCor, la propuesta del Gobierno y las exigencias del gremio, que ya anticipó su postura en un comunicado de principios de mes: “A instancias del Ministerio de Desarrollo Productivo, un grupo inversor ha realizado un plan de salvataje, conjuntamente con apoyo financiero gubernamental, dicho plan de salvataje plantea la exclusión de una importante cantidad de trabajadoras/es sujetos a convenio, circunstancia que ATILRA no convalidará de modo alguno”.
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