Por REDACCION
En Rafaela ha cambiado levemente el panorama para bien, ya que las intermitentes (aunque escasas) lluvias y las temperaturas no tan extremas que se han registrado durante febrero han permitido revivir algunos cultivos y pasturas. Igualmente, los daños ocasionados por la ola de calor y el déficit hídrico de diciembre y enero ya son irreversibles para muchos lotes.
“El maíz temprano fue el segundo de los cultivos de la campaña gruesa, que comenzó a cosecharse mediante un proceso de recolección normal pero lento, regulado por los porcentajes de humedad de grano y la debilidad de la estructura de las plantas o la fragilidad de los tallos, consecuencias del período climático extremo –reportó el Sistema de Estimaciones de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (SEA)-. Por ello, en los distintos departamentos santafesinos y de acuerdo al estado de los maizales se determinó su recolección anticipada, en algunos casos con 1 a 2 % de humedad superior a la óptima, evitando así, mayores pérdidas por vuelco o caída de las plantas ante la acción del viento”. Según este reporte, los rindes son bastante dispares, según la zona, pero en el centro (San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital), oscilan entre 20 - 25 a 35 - 45 qq/ha, con lotes puntuales de más de 50 qq/ha y máximos excepcionales de 90 qq/ha en lugares que tuvieron suerte con las lluvias.
El grado de avance de la trilla hasta la fecha fue del 35 % en el centro norte provincial, un 33% adelantada a la campaña pasada.
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