“La situación prácticamente es igual a la del año pasado, y se viene arrastrando desde hace muchos años. Habíamos emitido un comunicado porque la situación escaló, después se hizo una conferencia de prensa, se explicó por qué se llegó a eso debido a la gran ola de delitos que había, transcurrieron unos 10 meses y notamos que prácticamente en lo que refiere a política de seguridad rural, las cosas no cambiaron para nada”, dijo Leonardo Alassia en un reportaje radial con ADN Rural. “Creemos que este invierno podría ser no en temperatura, sino en ola de delitos, tan crudo como el del año pasado, debido a que justamente en estos 10 meses el delito rural no cesó”.
Alassia se refiere al continuo faenamiento de animales, robos de maquinarias y herramientas, y algo que sorprende y preocupa: “la violación de la propiedad privada con gente adentro, porque no sabemos en qué puede terminar”.
El año pasado en la zona hubo un episodio de un morador rural que se defendió a los tiros, sin que la situación generara por suerte, algo que lamentar. “El productor rural, el empleado rural que vive en el campo, ya sea por una cuestión de utilidad o hasta cultural, posee un arma en su casa, y ante el miedo de una situación así, podría defenderse”, alertó Alassia.
SIN POLÍTICAS EFECTIVAS
Dice el presidente de la Rural que “no hubo hasta el momento, o nosotros al menos no recibimos información, de que se estén implementando políticas que busquen resolver el problema”.
Así como en su momento, la región recibió atención por inundaciones o caminos rurales luego de llegar al punto de la crisis, en materia de seguridad rural “no hay nada”, reiteró Alassia.
“A nosotros en la Rural, nos dijeron que se iba a volver a configurar una Mesa Provincial de Seguridad Rural y eso no pasó, en donde todas las partes iban a estar involucradas. La única vez que nos reunimos fue una reunión para tomar café y hacer catarsis”, advirtió el directivo. “Ni el ejecutivo provincial, ni el legislativo, ni siquiera en campaña, se refirieron a la inseguridad rural. La justicia provincial patea la pelota fuera de la cancha y las fuerzas de seguridad nos dicen que se hace lo que la ley hoy dispone”.
Todos aducen falta de recursos y presupuesto pero lo cierto es que la inseguridad rural en el distrito Rafaela, ya es moneda corriente “y muchos de los casos terminan en la puerta giratoria”.
Todos ponen excusas. La esperanza del sector rural es que en la próxima reforma constitucional de la provincia, se haga algo al respecto para dotar de mayor poder y herramientas a quienes deben solucionar este flagelo. “Y en el medio está el productor y toda su gente que trabaja en el campo y sufre el delito de manera cotidiana, y aún no tuvimos respuesta de la política”, sentenció Alassia.
Comentarios