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Rural Jueves 5 de Octubre de 2023

La suspensión de retenciones en lácteos “sólo reduce el quebranto”

El Decreto 506/2023 confirmó ayer que la medida estará vigente hasta el 31 de diciembre. Sin embargo, desde la industria láctea afirman que “sólo sirve para disminuir el quebranto en los costos de exportación”, pero “no mejorará el precio al productor”.

REDACCION

Por REDACCION

Dos semanas después del anuncio que había realizado el ministro Sergio Massa, desde Pilar, el Gobierno finalmente formalizó ayer en el Boletín Oficial la suspensión de los derechos de exportación sobre los productos lácteos.
Según se conoció, la medida estará en vigor hasta el 31 de diciembre próximo. Entre otros productos, la leche en polvo venía tributando un 9% de derechos de exportación y los quesos 4,5%.
En los considerandos del decreto 506/2023 se citan varios argumentos que impulsan esta medida. “La baja en los precios internacionales para los productos lácteos, registrada a partir del segundo semestre del presente año, genera una menor capacidad de pago de las industrias hacia los productores”. Luego precisa: “En este contexto de baja de precios internacionales y una débil demanda del principal consumidor mundial, la producción nacional entra en el período de crecimiento estacional con una perspectiva de aumento en los niveles de producción que redundará en una caída en los precios a pagar al productor”. Y remarca que “para mejorar el nivel de ingresos de los productores y de la industria, promover el desarrollo e incentivo de la producción y el agregado de valor nacional, impulsar las ventas a mercados externos, mejorar la competitividad de la cadena y fortalecer el arraigo y permanencia de la población rural en cada región de nuestro país, deviene necesario suspender temporalmente hasta el 31 de diciembre del 2023, inclusive, los Derechos de Exportación para las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (N.C.M.) correspondientes a ciertos productos lácteos y sus derivados”.

¿ALCANZA ESTA MEDIDA?
Según el presidente del Centro de la Industria Lechera, Ércole Felippa, “lo único que se logra con esta medida, es reducir levemente el quebranto que generan las exportaciones de leche en polvo; porque exportar una tonelada hasta hoy tenía un quebranto (pérdida) de alrededor de mil dólares por tn, y a partir de la puesta en vigencia de esta suspensión transitoria, ese quebranto pasa a ser alrededor de 700 dólares, o sea, lo que permite es reducir el quebranto, pero estamos con una crisis estructural que tiene que ver, además, con el precio de los commodities lácteos y por otro lado, con un tipo de cambio que es totalmente irreal, ya que está en 350 pesos”.
En la consideración de Felippa, lo que el Gobierno debiera hacer además de esta suspensión, es incluir a los lácteos en el Programa de Incremento Exportador que otorga un tipo de cambio de 450 pesos por dólar exportado, para que la medida surta el efecto que busca el Gobierno, es decir, mejorar el precio al productor.
“El cálculo con esos 350 pesos para exportar una tonelada de leche en polvo, dependiendo de la época del año y la composición de sólidos que contiene la leche, necesita más o menos entre 8.300 y 8.400 litros de leche cruda, la cual se paga hoy a 111 pesos, lo cual es muy fácil hacer el cálculo”. ¿Puede mejorar el poder de compra de la industria? “Claramente, no”, responde Felippa.

NO MEJORARÁ EL PRECIO AL PRODUCTOR
El vocero de los industriales, que además es productor cooperativista (presidente de Manfrey), reconoce que la medida es positiva pero no suficiente para cumplir con el propósito de mejorar la rentabilidad del productor tambero. De hecho, en sólo un mes, el ingreso del eslabón primario se deterioró casi un 30% a causa de la inflación, la devaluación y el aumento de costos por sequía.
Felippa advierte que “lo único que hace esta suspensión es reducir el quebranto de las operaciones de exportación, pero lejos está de solucionar el grave problema que tiene el sector; de hecho se ha agravado por situaciones climáticas, por los problemas de la macroeconomía en general y por un montón de cuestiones que ponen en jaque a toda la lechería”.
Es decir, “no es que no sirva esto, porque de hecho la hemos pedido nosotros a la medida, pero indudablemente no alcanzará para mejorarle el precio al productor”, insistió el cordobés.

MUCHO RUIDO Y POCAS…
En conclusión, otra medida más que el Gobierno realiza con anuncios pomposos (como lo fue el acto de Pilar) que sólo entregan una foto de compromiso, pero no una solución al sector. Lo único que resta ahora para los productores, es esperar que el subsidio “Impulso Tambero” sea más que generoso y llegue cuanto antes a los bolsillos de todos, porque de lo contrario, el negocio peligra seriamente.
“En mi experiencia, esta crisis es distintas a las que suele tener nuestra actividad; se parece mucho lamentablemente a la de fines de los años 90”, afirmó Felippa. “Cuando nosotros analizamos el comportamiento de los precios al productor en los últimos tiempos están por debajo de la inflación o de lo que aumentan los costos, y quizás si no se aplicaría esta medida sería peor aún. Conceptualmente estoy en contra de estas intervenciones y subsidios, pero sería injusto decir que no sirve para nada”.
Lo cierto es que, si no se hace algo más, la lechería va camino a otra bisagra de su historia, similar a la de los años 99 y 2000, donde desapareció la mitad de los tambos y se liquidó el 30% del rodeo lechero.

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