Por Matilde Fierro
Un grupo de especialistas concibió un plan para que en sólo cuatro años se incrementen la producción agrícola entre un 30 y 40%, el stock ganadero en 5 millones de cabezas, las exportaciones en 10.000 millones de dólares anuales y se generen, en todas las cadenas agroalimentarias 500 mil puestos de trabajo.
El coordinador de investigaciones de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), David Miazzo, uno de los artífices del programa, adelantó el contenido del trabajo que fue concebido con miras a una nueva gestión de gobierno hasta 2019 y para ser el hito que marque el encuentro "Imagina Argentina" de esta semana en Río Cuarto.
"En estos días estamos cerrando un documento en el que se compendian todas las medidas que FADA cree que hay que aplicar", explicó el economista. Sostuvo que "las principales políticas se refieren a derechos de exportación y se trabaja en la comercialización, la promoción de inversiones, enfatiza en líneas de financiamiento y política comercial externa".
"Claro está por otro lado que estas medidas deben ser acompañadas por un marco institucional y macro económico que otorgue previsibilidad, reglas de juego claras y competitividad", advirtió.
Por eso "la idea es aprovechar toda la concurrencia política e institucional y gremial que va a generar Imagina Argentina" para hacer entrega de este documento denominado "Política agroalimentaria y agroindustrial. Lineamientos 2016-2019".
En su resumen ejecutivo, el trabajo aclara que las cadenas agroalimentarias generan 2.700.000 puestos de trabajo directos e indirectos en el país, 1 de cada 5 empleos privados de Argentina. Sin embargo, el potencial de generación de empleo a 2019 es de 3.200.000 puestos de trabajo, un incremento posible de 500.000 empleos, equivalentes a un tercio del desempleo que existe en la actualidad.
Para poder crear esos nuevos puestos de trabajo se requieren inversiones y para que se desarrollen esas inversiones se necesitan políticas de Estado que brinden el marco de previsibilidad y rentabilidad necesarias. Además son imprescindibles una serie de políticas agroalimentarias y agroindustriales específicas para impulsar inversiones y generar empleo genuino y competitivo.
Para FADA las políticas son:
1. Reducir la carga fiscal mediante eliminación de los derechos de exportación (DEX) en todos los productos agroalimentarios y agroindustriales, a excepción del complejo soja que se propone hacerlo de forma gradual en 7 años.
2. Eliminar todas las trabas al comercio nacional e internacional, así como la mayor parte de las intervenciones, están representadas principalmente por los Registros de Operaciones de Exportación (ROE).
3. Con los dos elementos anteriores, y un conjunto de medidas específicas de menor impacto, promover el cultivo de trigo y maíz, ambos con un rol clave en la sustentabilidad de la producción agrícola extensiva.4. Instruir a la AFIP para que devuelva de forma automática los saldos a favor generados por las retenciones de IVA, aplicar ajustes por inflación de los estados contables y actualizar los valores de las escalas del impuesto a los bienes personales.
5. Promover el agregado de valor de los cultivos, mediante la aplicación de un régimen de amortizaciones aceleradas para inversiones agropecuarias y agroindustriales, así como medidas específicas para las cadenas agregadoras de valor como las cárnicas, lácteas y bioenergéticas.
6. Promover la reposición de nutrientes mediante la promoción del uso de fertilizantes, reduciendo sus alícuotas de importación y otorgando beneficios impositivos por la inversión en fertilizantes.
7. Aplicar una serie de medidas tendientes a promocionar y mejorar la situación competitiva de las economías regionales.
8. Diseñar una política comercial externa, activa y agresiva, para abrir los mercados que se cerraron en la última década, abrir nuevos mercados, lograr cuotas y acuerdos de reducción de aranceles y apertura de barreras fitosanitarias.
Con este conjunto de políticas macro y sectoriales se crearían las condiciones necesarias para que las cadenas agroalimentarias y agroindustriales permitan en los próximos 4 años:-Generar más de 500.000 puestos de trabajo genuinos, competitivos y duraderos;
-Alcanzar una producción de 137 millones de toneladas de granos;
-Incrementar el stock vacuno en 5 millones de cabezas;-Aumentar en 4 millones de litros anuales la producción de leche fluida;
-Producir 5 millones de hectolitros de vino adicionales;
-Exportar al menos 10.000 millones de dólares anuales más.
Además de mejorar la sustentabilidad del sistema productivo agrícola, la Fundación considera que se podrán impulsar inversiones y actividad económica, tener un impacto neto positivo en la recaudación impositiva, y generar desarrollo regional en los pueblos del interior del país. Esta propuesta, analizan, se "logra con el respeto por parte de los Gobiernos de las leyes y la división de los poderes, estabilidad jurídica, un discurso y actitudes que generen confianza a los inversores y un Banco Central fuerte e independiente que defienda el valor de la moneda".
Se trata de que existan "un equipo económico sólido que genere confianza y credibilidad en las políticas que anuncia y aplica, un gasto público razonable y equilibrado, y un arco político que se comprometa con promover y mantener este marco de institucionalidad y variables macroeconómicas ordenadas".
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