La Selección argentina conocerá este viernes, a partir de las 14, a sus rivales en la fase de grupos del Mundial 2026, luego de que se realice el sorteo en Washington, la capital de Estados Unidos.
Los dirigidos por Lionel Scaloni, que serán unos de los candidatos al título, estarán en el Bombo 1 debido a su posición en el ranking, por lo que evitarán al menos en la fase de grupos a las grandes potencias.
El Bombo 1 está conformado por los nueve primeros del ranking FIFA además de los tres países organizadores, que son Estados Unidos, Canadá y México.
ASI ESTARA CONFORMADO EL BOMBO 1
Canadá, México, Estados Unidos, España, Argentina, Francia, Inglaterra, Brasil, Portugal, Países Bajos, Bélgica y Alemania.
LOS PAISES DEL BOMBO 2
Está conformado por 12 selecciones que, si bien no están en la elite del Bombo 1, representan a potencias consolidadas.
En esta categoría, figuran: Croacia, Marruecos, Colombia, Uruguay, Suiza, Japón, Senegal, Irán, Corea del Sur, Ecuador, Austria y Australia.
LOS PROTAGONISTAS DEL BOMBO 3
El Bombo 3 aparece como uno de los más heterogéneos: reúne selecciones con historia, otras que vuelven a la élite después de años y varias que aspiran a convertirse en sorpresas.
Noruega llega como una de las selecciones más fuertes del bombo. Si bien no tiene una enorme tradición mundialista, su presente competitivo y su base de jugadores repartidos por las principales ligas europeas la vuelven un rival temible.
Después de su histórico debut mundialista en 2018, Panamá se fortaleció dentro de Concacaf y ahora aparece como un equipo más maduro, tácticamente ordenado y con un crecimiento sostenido. Egipto es una presencia que impone respeto. Acostumbrado a pelear en Copa Africana de Naciones, combina jerarquía individual, velocidad en ataque y un estilo que puede alternar presión alta con bloque bajo.
Argelia puede ofrecer intensidad, buen pie y una estructura que conoce partidos de máxima exigencia. Es un rival que podría ser “rompegrupos”: capaz de vencer a cualquiera en una buena noche.
Escocia vuelve a los primeros planos con la ilusión de asentarse nuevamente en un Mundial. Su estilo físico, vertical y de mucha agresividad defensiva suele complicar a selecciones más técnicas.
Paraguay, fiel a su tradición, llega como una selección dura, ordenada y con carácter, con la impronta del rafaelino Gustavo Alfaro.
Túnez aparece como otro de los representantes africanos que puede dar dolores de cabeza.
Costa de Marfil es una de las selecciones africanas más peligrosas por su mezcla de fuerza física, velocidad y habilidad individual. Su techo puede ser muy alto si logra equilibrio defensivo.
Uzbekistán es uno de los equipos menos tradicionales del bombo, pero no por eso debe ser subestimado. Tras su participación como local en 2022, Qatar vuelve a la Copa del Mundo con la necesidad de demostrar que puede competir sin el impulso del público y la localía.
Arabia Saudita es una selección habituada a competir en Mundiales. Su estructura táctica suele ser sólida y su físico, cada vez más firme.
Finalmente, Sudáfrica llega al bombo 3 con la expectativa de reencontrarse con una identidad competitiva. Es un equipo fuerte físicamente, con mucha velocidad, y que suele crecer en partidos de presión.
EL BOMBO 4, CON LOS MAS "ACCESIBLES"
El Bombo 4 del sorteo del Mundial 2026 presenta una combinación de selecciones ya clasificadas, equipos que aguardan su lugar vía repechaje internacional y un nutrido grupo europeo que buscará los últimos cupos mediante los playoffs de la UEFA.
Jordania aparece como una de las grandes revelaciones del ciclo, después de consolidarse en Asia con rendimiento sostenido. Cabo Verde, habitual protagonista creciente en África, combina buena técnica individual con un modelo más directo.
Ghana, pese a estar lejos de su mejor época, sigue siendo un rival siempre peligroso por su exuberancia física, velocidad y el talento joven que exporta constantemente a Europa.
Curazao, con fuerte influencia neerlandesa, es una de las selecciones Concacaf que más progresó en la última década. Haití llega tras una clasificación histórica que marca un hito para su fútbol.
Nueva Zelanda, clásico dominador de Oceanía, combina potencia física y un estilo más europeo que el resto de la región.
En el Repechaje Internacional 1, Jamaica, Nueva Caledonia y la República Democrática del Congo pelean por un lugar. Jamaica aparece como favorita aunque juega la fase previa, por su estructura, sus jugadores en Premier League y su potencia ofensiva. Nueva Caledonia, más modesta, apuesta al orden. RD Congo espera en la final y llega con talento, potencia y una historia profunda en África, capaz de complicar a cualquiera.
En el Repechaje Internacional 2, los candidatos son Bolivia, Surinam e Irak. El equipo sudamericano confía en su destreza para avanzar, aunque fuera de los 3600 metros sufre mucho más. Surinam viene creciendo con futbolistas formados en Países Bajos. Irak que espera en la final, por su parte, es competitivo en Asia, duro y disciplinado, lo que lo convierte en un rival muy difícil en llaves cortas.
El Repechaje UEFA es impredecible, con 16 selecciones divididas en cuatro llaves: solo cuatro estarán en el fondo del sorteo.
En la llave UEFA 1, Italia, Irlanda del Norte, Bosnia y Gales disputan un cupo. Italia es claramente la gran potencia del grupo, aunque su dificultad en los últimos clasificatorios la convierte en una incógnita. Gales, con identidad sólida, puede dar pelea.
En la llave UEFA 2, Ucrania, Suecia, Polonia y Albania forman un cuadro durísimo. Cuatro selecciones europeas competitivas, con experiencia mundialista y alto nivel táctico, lo que garantiza un clasificado temible pese a estar en el Bombo 4.
En la llave UEFA 3, Turquía, Rumania, Eslovaquia y Kosovo luchan por otro cupo. Turquía, imprevisible pero talentosa; Rumania, en pleno renacer; Eslovaquia, siempre ordenada; y Kosovo, con grandes individualidades, conforman un camino que puede dar cualquier resultado.
En la llave UEFA 4, Dinamarca, Macedonia del Norte, República Checa e Irlanda completan el sector europeo. Dinamarca es el candidato natural, pero Macedonia ya demostró que puede derribar gigantes, mientras que checos e irlandeses cuentan con experiencia y disciplina táctica.