El evento de cierre en el marco de los festejos por el 50 Aniversario del Seven del Círculo Rafaelino de Rugby fue la frutilla del postre. Sobre todo por la actualidad del disertante en la noche del viernes en el Cine Belgrano.
Santiago Gómez Cora es el padre de la criatura de Los Pumas 7’s, ganadores en dos oportunidades del circuito mundial, logrando en los últimos tres años terminar lo que en décadas parecía utópico. Que Argentina pudiera ganarle a potencias del juego reducido de rugby, como Nueva Zelanda sobre todo.
Con un mensaje claro, fundamentalmente, durante una hora y cuarto de su relato transmitió cómo construyó un equipo ganador prácticamente de la nada. No obstante, comenzó agradeciendo a Rafaela y al CRAR porque en cierta manera contribuyeron a potenciar esos orígenes del seleccionado -siendo él todavía jugador- cuando Los Pumas venían a Rafaela a disputar el Seven. “Cuando se armaban los planteles para las primeras giras, para ir a Dubai por ejemplo, se tenía en cuenta cuántas veces se había ido a jugar a Rafaela”, recordó.
Desde 2013 como entrenador, reconoce que los primeros tiempos fueron difíciles y que en 2016 empezó a reformular su trabajo buscando cambiar la realidad. “Al principio perdíamos por 40 puntos con Nueva Zelanda. Entonces empezamos a ver cómo podíamos mejorar, y asi fuimos buscando primero jugadores altos, para mejorar la obtención, después rápidos y luego trabajando en las demás cuestiones del juego”, fue uno de los aspectos simples que recalcó.
Quizás rozando por momentos el límite de lo obsesivo en su función, pero qué personalidad del deporte no lo parece o es analizando sus éxitos, el Head Coach explicó que anota a diario lo que va a hacer y lo tiene diagramado hasta Los Angeles 2028, ya que los Juegos Olímpicos volverán a ser la zanahoria a alcanzar más allá de aquella alegría del bronce de Tokio.
Gómez Cora prioriza antes que nada “las buenas personas” para conformar “buenos grupos” y “buenos equipos”. Parece una obviedad, pero en otros deportes no pasa siempre. Se rige por las normas de convivencia básicas con las que ha tenido éxito, fundamentalmente la puntualidad. “Si entrenamos a las 8, tenés que estar a las 7.30. Estar temprano te permite enfocarte, tener contacto con tus compañeros”, describió, acotando que en los comienzos de su gestión decidió aplicar multas por tardanza que fueron utilizadas para comprar materiales de trabajo. Y que desde hace cinco años ya no hay tardanzas.
Profesional de las Ciencias Económicas más allá de su reconocimiento en el mundo del rugby, aplica algunos lineamientos de especialistas de las finanzas internacionales en el trabajo en cancha. Por eso habla de la métrica como uno de los factores determinantes, en cuanto a altura, velocidad y otras cuestiones.
Buscando aspectos más ligados al liderazgo, resumió con la anécdota del Bambú en la filosofía japonesa lo que él pudo cristalizar. “Esa planta la podés regar siete años que está siempre a la misma altura, y creés que fue un desperdicio comprarla. Pero después del séptimo año te crece 30 metros en dos meses, lo que pasa es que durante siete años echó raíces para fortalecerse y uno no lo pudo notar. En el deporte es lo mismo, quizás no vemos los resultados inmediatos, pero si trabajamos convencidos tarde o temprano llegarán”.
Otra las palabras que Gómez Cora menciona “Vaciarse”, una vez que se llegó a un objetivo. Aunque parezca increíble, afirmó que “cuando gané la primera medalla de oro en Vancouver en 2022 con el equipo en el circuito mundial, disfruté un buen rato, pero a la hora y media estaba llorando en el hotel”. Para él, ese vaciamiento es para darle lugar a los nuevos objetivos.
Por último, destacamos su humildad. “Cuando llegué como jugador de primera gira con Los Pumas decidí regalar en mi club el bolso. Muchos me decían que no entendían, pero les dije que eso me permitía trabajar para tener otro bolso. No soy de tener un museo de camisetas y medallas. Solamente tengo bien guardada la medalla olímpica”.
Comentarios