La ola polar de esta semana se sintió en la produción de verduras de hoja del cordón frutihortícola de la provincia de Santa Fe y en las quintas frutilleras de Coronda, con consecuencias visibles en el ritmo de producción, la calidad de los cultivos y la oferta en los mercados.
En el cinturón verde del Gran Santa Fe —donde unas 1.500 hectáreas concentran la producción de verduras de hoja como lechuga, rúcula, acelga y espinaca, además de zapallito, chaucha y algunos cultivos de fruto— el fenómeno meteorológico dejó daños visibles.
Además, por el frío extremo y nieve, el gobierno nacional decidió cerrar un paso fronterizo con Chile por tiempo indeterminado y por ello se ha retrasado un poco el envió de bananas desde Chile hacia nuestro país, con lo cuál en el mercado nacional esta situación hizo que aumente un poco el precio de esta fruta tan requerida y utilizada por los argentinos.
No obstante, el presidente de la Sociedad de Quinteros de Santa Fe, Guillermo Beckmann, advirtió sobre el impacto que está teniendo el frío extremo en la producción hortícola y alertó que ya comienza a notarse una escasez de verduras. Las heladas recientes, sumadas a una fuerte retracción del consumo, golpea al sector.
“Las ventas han caído un 40 o un 50%. Hay mucha preocupación en el Mercado, en el sector nuestro, porque los gastos fijos están y no hay ventas”, advirtió el presidente de la Sociedad de Quinteros en diálogo con los medios capitalinos. Y esta situación ya se está dando en todos los mercados y verdulerías del territorio santafesino.
CONSECUENCIA DE LAS HELADAS
“La helada se puede prever sembrando escalonadamente, pero a veces es muy difícil porque hay que calcular los ciclos”, explicó Beckmann. Sin embargo, pese a las estrategias preventivas, los daños ya son evidentes. “Las heladas hicieron que la verdura pierda calidad, pese a que hay mucha sembrada, pero ya no crece de la manera en que crecía días atrás, por lo que empieza a haber una faltante de verdura que al pasar los días vamos viendo cómo se va acentuando cada vez más y va quemando todos los bordes de lechuga, achicoria, rúcula, achicorias y brócoli”.
Según indicó el referente del sector, “preocupa que el frío sigue, las heladas siguen, aunque ahora esperamos un pequeño repunte de temperatura. Cada día que pasa se ven más las consecuencias de las heladas”.
BAJA DEMANDA
Esta situación climática, sumada al contexto de baja demanda, genera un cóctel complejo. “Esto puede traer aparejado una merma de producción, una merma en la oferta y que luego el precio se eleve. No aumentaron tanto las verduras porque hay una escasa afluencia de consumidores y se nota en el Mercado, está todo muy quieto”.
Respecto a algunos productos en particular, Beckmann detalló: “En el caso del tomate y pimiento, hace meses que tienen un precio accesible de entre 1.000 y 2.000 pesos el kilo, lo mismo la papa. En la zona de producción de estos productos también está helando, hace que esto aumente de precio. En el caso de la papa sigue con un precio estable porque se juntaron dos o tres cosechas, hay de varias provincias, cuesta entre 500 y 800 pesos el kilo”.
Pese a que todavía hay disponibilidad de productos, el panorama es preocupante. “Verdura todavía hay, pero cuesta mucho seleccionarla y se está perdiendo mucha cantidad”, concluyó.
De todos modos, el impacto varió según la ubicación de los lotes, la humedad del suelo, la presencia de árboles o protecciones como mallas. Sin embargo, los cultivos de hoja fueron los más afectados: se observó amarillamiento de las hojas externas en plantas de lechuga, pérdidas de volumen y deterioro estético, algo clave para el mercado de frescos. “No sería extraño que uno vaya a la verdulería y encuentre una lechuga o una rúcula que no le parezca fresca”, señaló un ingeniero agrónomo santafesino.
Además del deterioro en la calidad, la ola de frío ralentizó el crecimiento vegetal. “Una lechuga que normalmente está lista en 45 días, ahora puede demorar hasta 65”, explicó. Esto, sumado a las pérdidas ya registradas, implica una menor oferta y una probable presión sobre los precios al consumidor. Aunque por ahora el impacto económico directo sobre los productores no sería significativo, sí se prevé una afectación en el ritmo de abastecimiento del mercado.
Sobre cómo seguirá el abastecimiento y cuándo se sabrá el impacto real en la campaña, desde el Mercado de Productores de Santa Fe, su presidente Carlos Otrino confirmó una incipiente disminución en la entrada de productos del cinturón verde, en especial lechuga repollada, brócoli y acelga. En cuanto a la rúcula, la situación es más crítica: “no hay, ni siquiera de invernadero ni hidroponia, al menos hasta la semana próxima”. A pesar de esto, los precios en el mercado mayorista “se movieron poco, por ahora”.