La presión que no avisa, pero sí golpea
En el mes de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Arterial.
En Argentina, se estima que casi 12 millones de personas conviven con HTA y 4 de cada 10 adultos presentan cifras elevadas.
¿Por qué importa medirla bien?
La HTA suele avanzar sin síntomas. Medirse la presión en el consultorio, la farmacia o en casa con un tensiómetro validado permite:
● Detectar tempranamente valores ≥140/90 mm Hg.
● Iniciar controles anuales si todo está bien, o más frecuentes si hay factores de riesgo (edad, obesidad, sedentarismo, tabaquismo, diabetes).
● Ajustar el tratamiento y evitar daños silenciosos en corazón, riñones, cerebro y vasos sanguíneos.
El Ministerio de Salud impulsa desde 2023 un Plan Nacional de Prevención y Control de la HTA que subraya la importancia de la medición sistemática y de facilitar el acceso a tensiómetros confiables.
Tratamiento: la dupla estilo de vida + medicación
Una vez diagnosticada, la HTA se controla y hacerlo reduce hasta un 40 % el riesgo de infarto o ACV. Las claves:
1. Cambios cotidianos
○ Menos sal: <5 g/día.
○ Alimentación rica en frutas, verduras y fibra; limitada en grasas saturadas y ultraprocesados.
○ Actividad física: ≥150 minutos semanales.
○ Peso saludable, abandono del tabaco y consumo moderado de alcohol.
2. Fármacos personalizados
Diuréticos, IECA, ARA II, calcioantagonistas y betabloqueantes son los pilares. El médico decide combinaciones y dosis según edad, daño en órganos y comorbilidades. La adherencia es tan importante como la receta: tomar la medicación todos los días, a la misma hora, y no suspenderla sin indicación.
Cuando el tiempo cuenta: edema agudo de pulmón (EAP)
Una crisis hipertensiva puede precipitar un EAP: los pulmones se “inundan” por la súbita sobrecarga al corazón. Síntomas de alerta:
● Falta de aire intensa que empeora al acostarse.
● Tos con espuma rosada.
● Sudor frío y sensación de muerte inminente.
Ante estos signos, consultar con su médico de confianza, el tratamiento precoz con oxígeno, vasodilatadores y diuréticos en un entorno hospitalario puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Prevenir es cuidar tu futuro.
● Controlá tu presión al menos una vez al año (o según te lo indique tu médico).
● Incorporá hábitos saludables y seguilos con constancia.
● No abandones la medicación: la HTA bien tratada no duele, pero tampoco daña
Fuentes y asesoramiento médico:
Este artículo ha sido elaborado con la supervisión y aval del Director Médico de Emerger, Dr. Alberto Davidovich, y está alineado con las recomendaciones de las autoridades de salud nacionales e internacionales.
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