Por Tito Valenti
El Papa Francisco, a Jefes de Estado y otras personalidades que recibe, suele obsequiarles un libro: el "Documento de Aparecida". Esta costumbre la conocemos a través de informaciones periodísticas que a nivel internacional brindan los distintos medios. Recordemos que ese documento se gestó en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (CELAM), celebrada en mayo de 2007 junto al Santuario de Aparecida, la Virgen Patrona de Brasil. Recordemos igualmente que el entonces Cardenal Jorge Bergoglio, a pedido de sus pares presidió la comisión redactora del Documento Final (llamado también Conclusivo).
Susana Núñez -uruguaya radicada actualmente en Bogotá, pero que vivió treinta años en Argentina- es la directora ejecutiva del Departamento de Comunicación y Prensa de la CELAM. En una entrevista periodística dijo sobre el Documento de Aparecida: "El eje central es el valor de la vida en todo sentido, no sólo en la gestación, en el momento cercano a la muerte, sino en todo momento. Y tiene que ser una vida digna, con trabajo, con casa, con posibilidad de estudio; tiene que ser una vida que tenga toda la dignidad que la persona humana requiere".
"Trabajo, casa, posibilidad de estudio, dignidad...". Para algunos son objetivos ya alcanzados como aspiración personal y familiar. Para otros son metas no concretadas aún, pero que objetivamente se las visualiza como alcanzables. Pero muchos, muchísimos (tal vez la mayoría), carecen de todo lo que hace a "la dignidad que la persona humana requiere", como lo expresa Susana Núñez.
Pero "trabajo, casa, posibilidad de estudio, vida digna", etcétera, son también promesas que desde siempre contienen las múltiples ofertas electorales de los distintos partidos o frentes políticos. Hay ciudadanos con memoria del pasado, y por eso están en condiciones de no repetir errores que resultaron nefastos. Otros ya olvidaron penurias vividas, e ingenuamente pueden recaer en el engaño de algunos políticos que como el lobo del Evangelio se visten con piel de cordero; o para ser más precisos disfrazan sus ideas y políticas neoliberales, con un barniz barato de falso progresismo.
Angel Ortiz es profesor en el Instituto Superior de Teología (INSTIC) de las Islas Canarias, entidad vinculada a la Compañía de Jesús (jesuitas). Para él, la Doctrina Social de la Iglesia "critica y deslegitima al neoliberalismo-capitalismo", precisando más adelante que "la sociedad civil y las autoridades, leyes e instituciones como el propio Estado, deben gestionar, controlar y regular al mercado para promover el bien común, la solidaridad y la justicia social-global desde y con los pobres". Algo similar se afirma en el Documento de Aparecida.
En las "carreras" electorales de agosto y octubre, hay muchos "anotados" que son neo-liberales confesos o "camuflados". Alguien que adhiera de corazón a la Doctrina Social de la Iglesia y actúe conforme a ella, deberá votar coherentemente, dejando tranquila a su conciencia y a salvo su responsabilidad cívica y social.
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