Por Juan Carlos Fessia
Cuantas veces nos hemos preguntado ¿el por qué de las guerras?
La historia ha marcado en cada una de sus edades antigua, media, moderna y contemporánea una asociación de la raza humana con lo bélico.
Millones de seres humanos dejaron sus vidas en los campos de batallas y las ciudades destruidas, asoladas con similares cantidades de víctimas. Las grandes potencias, hoy marcan la agenda de la guerra. Dónde encontramos la paz, dónde buscamos lo derechos de la humanidad?
¿Quiénes son los "monjes negros", que en la trastienda de las fábricas de armas como en un juego de ajedrez y o de dominó diseñan las nuevas víctimas de este permanente y perseguido planeta?
Cada año se gastan aproximadamente 150.000 millones de dólares, miles de fábricas cuyos trabajadores saben que lo hacen para la destrucción de otros trabajadores, donde el circuito vicioso no se puede frenar, ya que peligran las economías de los países que las fabrican y la desocupación que se genera.
Se estudian las guerras, se programan, se realizan tras una hipocresía total, que nadie quiere ver en las Naciones Unidas, los cinco grandes con su derecho al veto controlan todo y también las guerras de acuerdo a sus intereses geopolíticos.
Hoy lo vemos con Siria. EE. UU. e Inglaterra ya hubieran invadido, pero Rusia y China no lo permiten, Francia se mantiene neutral. Esta última ya organizó la invasión a Egipto.
Los primeros arman a los rebeldes, los segundos colaboran con el presidente sirio Assad Bashar, esta es la denominada “Rebelión de Oriente”, para destruir a los dictadores que ellos mismos encumbraron.
Los principales países exportadores de armas son 17, de ellos se destacan en orden, decreciente EE. UU., Reino Unido, Rusia, Francia, Alemania e Italia (de China no se tienen registros de su producción).
Desde que terminó la segunda guerra mundial han perecido aproximadamente unos 30 millones de personas reconocidas, hombres mujeres, niños, ancianos y también soldados.
La gran diversidad de armas aumentan la delincuencia en las ciudades y casos como el de Denver (colorado) EE. UU., se suceden a cada instante en todo el planeta de menor o mayor magnitud.
No sólo se usan en las guerras convencionales, también en las civiles, en conflictos étnicos, para fines ilícitos y criminales, mafias, clanes, guerrillas.
Una persona cada minuto muere víctima de la violencia armada.
Se estima que en el mundo existen una cantidad aproximada de 639.000.000 millones de armas ligeras, el AK-47 es la más difundida, (70 millones de unidades), fabricadas en 14 países.
Luego de un conflicto bélico, en los procesos de paz cuando se logran, quedan diseminadas armas por doquier y estas suelen ser retiradas o saqueadas por civiles generando nuevos problemas, los países proclaman la paz y el “Señor de la Guerra”, genera la suya.
Permanentemente hay organismos internacionales ONG, que luchan por la paz mundial, Amnistía Internacional, Intermón Oxfam, Greenpeace y otras.
El principal cliente de la industria de arma corta española, es EE. UU. y como broche final, existe en Italia una fabrica de armas, mundialmente conocida Pietro Beretta Ltda., una de las mayores Industrias de armamentos del mundo y en esta la información mundial dice que tiene importantes acciones el I.O.R, verdad o mentira, sólo Dios sabrá…
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