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Notas de Opinión Domingo 5 de Abril de 2015

Extraña solidaridad

Después de tantos años de inclusión, cuando se traza la raya del resumen, el resultado es bastante magro. Es que la mitad de los 8 millones de trabajadores tiene ingresos inferiores a 5.500 pesos, con lo cual está todo dicho.

Roberto Actis

Por Roberto Actis

Tal vez dentro de 20 o 30 años, cuando alguien decida abrir los archivos, se conozca el contenido de la denuncia de Nisman, esa misma a la que ahora se le destinó tanto esfuerzo -e incluso ciertas prácticas reñidas con la legalidad- por ocultarla, llamando la atención la búsqueda de objetivo tal, cuando de ese mismo sector se sostenía a ultranza que era "insostenible".

Pero, por las dudas, mejor que no se conozca, eso es al menos lo que quedó como latente sospecha. En cuanto a la muerte del fiscal, es más que evidente que nunca será esclarecida, haya sido suicidio o asesinato, que ahora en realidad, y sin denuncia de por medio, no significa demasiado para el gobierno. Tras diez capítulos anteriores sobre el tema, unas líneas debíamos dedicarle.

Esta semana, aún con elecciones tan cercanas, el interés se lo llevó la medida de fuerza en reclamo de la actualización del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, pero mucho más que eso, la curiosa argumentación discursiva de la presidenta Cristina Fernández, recurriendo a un demagógico llamado a la solidaridad con los que menos tienen, como así también al falseamiento de datos estadísticos para sostener el dicho que el 10% de los trabajadores que más ganan se niegan a aportar para el restante 90%, cuando en verdad nada tiene de cierto.

Y mucho menos ese concepto dadivoso, ya que bajo ningún punto de vista el salario puede considerarse como ganancia. Es cierto que esta implementación viene desde el año 2000 y desde entonces nadie se ha preocupado por remediarla, pero también es verdad que durante esta "década ganada" es cuanto más impacto alcanzó este gravamen, y por otra parte calificar a alguien que gane más de 15.000 pesos mensuales como un privilegiado, es desconocer la realidad de las góndolas, por resumir en ellas todo lo que involucra el sostenimiento de un hogar.

Por otra parte, esta cerrada negativa de la presidenta Fernández, que sumó al sindicalismo y a buena parte de la dirigencia peronista a su larga lista de "enemigos" para este lapso que resta a diciembre, dejó bastante claro que después de tantos años de inclusión, cuando se traza la raya del resumen, el resultado es bastante magro.

Es que la mitad de los 8 millones de trabajadores tiene ingresos inferiores a 5.500 pesos, con lo cual está todo dicho. Quedan también, algunas acotaciones relativas al tema de Ganancias, que no hacen más que comprobar las contradicciones que se han venido dando en el matrimonio Kirchner a lo largo del tiempo. Veamos: en 1997 siendo Néstor gobernador de Santa Cruz, por decreto eximió del pago del impuesto a las Ganancias a él mismo y a todo su gabinete de ministros y secretarios.

Ese era el criterio de entonces, muy distinto al de hoy. Pudiéndose tal vez recordar también, por la dimensión que tiene, que la hoy reestatizada YPF -episodio claromoso, entre bombos y platillos- había sido privatizada por el entonces presidente Menem, con fuerte respaldo del matrimonio Kirchner, lo cual le valió recibir en sus arcas santacruceñas más de 600 millones de dólares en concepto de regalías. Claro, los tiempos cambian, los criterios también.

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