Por REDACCION
Recorriendo las calles de Expoagro, LA OPINIÓN logró dialogar con un especialista de una tecnología que en la cuenca lechera se ha consolidado hace rato, pero también en numerosas regiones productivas del país, teniendo en cuenta el crecimiento exponencial de la producción en los últimos años y la insuficiente capacidad de almacenamiento en instalaciones fijas.
El Ing. Agr. Pablo Seniow, de la reconocida empresa Ipesa Silos, brindó detalles de la tecnología y compartió las claves para un correcto almacenamiento.
En primer lugar, destacó las bondades del silobolsa contemplando la capacidad de almacenamiento flexible y a bajo costo, las ventajas logísticas, la reducción de pérdidas, el almacenamiento en origen y la trazabilidad de la mercadería. Todas esas características se convirtieron en enormes atractivos para el productor argentino y también del mundo. En ese sentido, reconoció además que el comercio exterior viene consolidándose en los últimos años. De hecho, hay decenas de países que cuentan con la tecnología, incluyendo también embolsadoras, extractoras, carros tolva autodescargables y otros equipamientos relacionados.
Al analizar el uso en Argentina y la adopción del sector, explicó: “nosotros estamos directamente relacionados al volumen de cosecha; hoy la bolsa en el país está diversificada y la demanda relativamente se mantiene constante, pero está claro que si el volumen de cosecha merma nosotros lo vemos reflejados. De todas maneras, muchas veces gran parte de los maíces con destino a grano se terminan embolsando porque el productor encuentra en la bolsa una forma de hacer valer su producción y la utiliza como una estrategia de defensa.
PASOS PARA UN CORRECTO ALMACENAMIENTO
En primer lugar, la preparación del terreno determinará la base que permitirá lograr un buen armado de la bolsa. El suelo debe ser firme y parejo, preferentemente alto para evitar la acumulación de agua de lluvia. Para ello, comentaron los expertos, lo más aconsejable es repasar el suelo con una hoja niveladora, evitando el uso de rastra. Los sitios menos adecuados para armar bolsas son los terrenos flojos, desparejos, con riesgo de anegamiento y los cubiertos por rastrojos que pueden perforar las bolsas. Además, es importante elegir el terreno de acuerdo a la orientación ideal de la bolsa, que debe ser Norte-Sur para permitir la uniformidad de la irradiación sobre la bolsa y reducir la posibilidad de migración de humedad. “Es muy importante armar la bolsa lo más recto posible, colocando una guía durante el llenado”, aconsejaron.
El segundo punto está relacionado con el llenado, ya que las interrupciones durante esta etapa son las principales causas de la desuniformidad de la bolsa, que se manifiesta en cada parada de máquina como un bache con mayor acumulación de aire debido a la menor presión de llenado. Por eso, “Es imprescindible efectuar un adecuado frenado de la máquina durante el llenado y cada vez que se necesite se debe parar, utilizando el freno del tractor”, indicaron.
Un tercer paso busca evitar la entrada de agua y aire es fundamental emplear algún método de cierre como el termo sellado o cinta, diseñados especialmente para cierre de silobolsas. Una vez cerrado el extremo final, se debe hacer una zanja en el suelo y enterrar la punta de la bolsa, de manera que quede una terminación continua de la bolsa con el suelo, que permita el total escurrimiento del agua.
El cuidado de los silos es el cuarto punto a tener en cuenta, manteniendo por ejemplo los alrededores limpios.
Por último, debe realizarse un control y monitoreo de los granos. En ese sentido, los especialistas remarcan que el control de calidad debe comenzar antes del llenado de la bolsa, extrayendo la mayor cantidad de muestras posible. Eso permitirá determinar correctamente el contenido de humedad previo al embolsado.
PIONEROS EN EL MUNDO
La tecnología de almacenamiento de granos en silo bolsas fue introducida en el país en el año 1994 debido a múltiples factores: carencia de infraestructura, dificultades económicas que llevaron a la quiebra de acopios comerciales y despertaron en el productor la necesidad de almacenar su propio grano y de diferir el envío del grano al acopio desde la cosecha para reducir costos de flete y comercialización.
A partir del año 1995, el INTA comenzó a realizar los primeros ensayos sobre silo bolsa en Argentina. Estas actividades se realizaron esporádicamente al principio y luego de manera consistente hacia finales de la década del ’90, en las Estaciones Experimentales de Balcarce y Manfredi.
Debe señalarse que la incorporación del silobolsa en la estructura de poscosecha se dio no sólo a campo por parte de los productores, sino también en los acopios, la agroindustria (molinos harineros, malterías, etc.) y los puertos. Por otra parte, las soluciones que el silobolsa le brindó al país no han pasado desapercibidas para el resto del mundo y así lo comentó Seniow: “nosotros venimos creciendo en materia de exportaciones y teniendo presencia en todos los países que integran el MERCOSUR, pero también en Estados Unidos”.
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