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Rural Jueves 24 de Febrero de 2022

El sorgo, un cultivo a tener en cuenta para épocas donde las lluvias no abundan

El INTA Rafaela realizó una jornada a campo, de manera conjunta con MAIZAR, para mostrar distintos ensayos sembrados a comienzos de noviembre. Por sus características, los híbridos exhibidos lograron sortear los obstáculos que impuso el clima.

REDACCION

Por REDACCION

La Estación Experimental Agropecuaria del INTA Rafaela fue el epicentro de una jornada a campo que tuvo como protagonista al sorgo, un cultivo que por sus características cada vez genera más adeptos en los productores, fundamentalmente en años donde las precipitaciones brillan por su ausencia.
En el día de ayer, los Ings. Agrs. Lucía Rosetti y Sebastián Zuil coordinaron un evento que incluyó una recorrida por ensayos de sorgo para intercambiar información sobre el manejo del cultivo, tecnología y herramientas que permitan mejorar la productividad. La Opinión estuvo presente para conocer más sobre un cultivo que puede ser destinado a grano comercial o para silaje. En esta ocasión, se observaron ensayos graníferos sembrados el 9 de noviembre, sobre rastrojo de soja de segunda. En estos momentos en las microparcelas destinadas para ello hay 36 híbridos, 10 pre comerciales y 26 que ya están en el mercado.
Pero lo más sustancial de la jornada radicó en la respuesta del sorgo luego de la fuerte sequía que azotó a la zona, principalmente a fines de 2021 y comienzos de 2022. En ese sentido, Rosetti comentó: “observamos diferencias en el comportamiento con el maíz porque, ante las mismas condiciones, el sorgo se mantuvo en mucho mejor forma, en cuanto a estructura fundamentalmente”. Y agregó: “sabemos que el sorgo es más tolerante que el maíz a la sequía y ante el estrés ambiental (hídrico) respondió bien”. Cabe remarcar que en estos momentos, los cultivos se encuentran en la etapa de llenado de granos y los técnicos del INTA estiman que a fines de marzo comenzarán con las tareas de cosecha.
Al referirse a la sanidad, reconoció que tuvieron problemas con la enfermedad conocida como “pulgón amarillo”. Al respecto, señaló: “se nos presentó el mismo problema que la campaña pasada; en esta oportunidad usamos la escala de umbral e hicimos una aplicación en diciembre y otra en enero”.
Por último, al ser consultada sobre el crecimiento del área sembrada con sorgo en la región, Rosetti admitió que “es un proceso que estamos advirtiendo porque lo notamos en el aumento de consultas de productores y técnicos, pero también cuando realizamos recorridas”.

UNA ALTERNATIVA A CONSIDERAR
El sorgo es una gramínea de origen tropical que ha sido adaptada, a través del mejoramiento genético, a una gran diversidad de ambientes, siendo considerado uno de los cultivos mundiales de seguridad alimentaria. Es por ello que en Argentina se adapta muy bien a la Región Pampeana de clima templado.
Además, el sorgo está provisto de una estrategia de latencia que le permite suspender el crecimiento hasta que se restablezcan nuevamente las condiciones favorables. Por otro lado, son muy variados sus posibles usos para la alimentación ganadera, pudiendo ser utilizado como verdeo de verano bajo pastoreo directo, diferido, como reservas en forma de silo de grano húmedo y de planta entera o como concentrado.
El sorgo tiene la particularidad de aportar elevadas cantidades de rastrojo que contribuyen a mejorar la cobertura de los suelos. Además presenta un sistema radical muy desarrollado y profundo que le permite muy buena exploración del perfil del suelo por un lado que contribuye a mejorar la estructura del mismo, ayudando a mejorar las condiciones físicas, químicas y biológicas. Debido a sus cualidades, el sorgo se presenta como una alternativa muy propicia para aquellos sistemas en que se desee mantener las buenas condiciones de fertilidad, como así también es un cultivo ideal para sistemas de producción bajo siembra directa.

CARACTERÍSTICAS DISTINTIVAS
Son diversas las características que destacan este cultivo que, sin tener el status de otros cereales, constituye una alternativa necesaria en zonas con limitaciones edafoclimáticas, aunque por su versatilidad responde eficientemente a ambientes fértiles y húmedos.
Según un trabajo del INTA Manfredi, el sorgo dispone de una amplia zona ecológica para su cultivo que se extiende aproximadamente entre los 22º y 40º latitud sur y delimitada hacia el oeste por la isohieta de 500 mm de precipitación anual. El límite austral del cultivo estaría dado por un período libre de heladas de aproximadamente 180 días y la isoterma media anual de 14ºC.
“El cambio climático global, por lo cual es factible una mayor exposición futura de los cultivos a ambientes más limitantes (sin perjuicio de que en algunas regiones puedan pronosticarse mejoras de la productividad), los nuevos escenarios como la intensificación de la producción ganadera y necesidad de reservas, lograr una mayor eficiencia de conversión a menores costos, el requerimiento de recuperar suelos y su mantenimiento, entre otros factores, ha propendido a la mayor utilización del cultivo de sorgo para distintos usos, además del potencial que ostenta en bioenergía (biogas y bioetanol)”, indicaron los expertos.

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