Por REDACCION
El Lapacho es un árbol que pertenece a la familia de las Bignoniáceas, género Tabebuia, especie Avellaneda.
Sus principales características son:
Altura: de 8 a 10 metros.
Diámetro: de 8 a 10 metros.
Crecimiento: mediano.
Suelo: muy bien drenado.
Temperatura: no resiste el frío.
Trasplante: no muy buena tolerancia.
Usos: ornamental y forestal.
Origen: noroeste argentino y Sudamérica tropical.
Es un árbol de follaje semipersistente o caduco, muy atractivo por su floración intensa que se produce en la primavera.
Los lapachos son plantas de cultivo sencillo y generalmente sanas, pero muy sensibles a los fríos intensos. Por ello, se cultivan principalmente en el norte y centro del país. Aunque en nuestra zona se adaptan muy bien teniendo la precaución de protegerlos contra las heladas dos primeros años de plantados.
Resulta una especie muy apta para plantar en jardines, ya que tienen un crecimiento mediano poniendo especial atención en su ubicación ya que puede causar problemas el desarrollo de sus raíces,
Son arbustos o árboles emergentes. Hojas palmadamente folioaladas. Inflorescencia terminal, frecuentemente en el ápice de la dicotomía de una rama, generalmente paniculada, frecuentemente muy vistosa, flores blancas, amarillas, lilas.
Una de sus atractivos más destacados es que durante el invierno conservan sus hojas, que luego caen dando paso a una floración abundante que se destaca sobre las ramas peladas o desvestidas. Lo elegí para esta fecha porque ya podemos observar por nuestras avenidas la belleza que nos está ofreciendo todos los días y a veces en la vorágine de nuestros días no los observamos. La intención es de que una vez q hayamos leído el artículo podamos descubrirlos en nuestros paseos o simplemente durante nuestro agitado labor diario. Esta mañana me sorprendió ver algunos ya en flor, simplemente les digo que ayer fue el primer día de floración y hoy será el segundo y así sucesivamente se ira llenando de color nuestra ciudad para alegrarnos un poco bajo esta pesadilla de pandemia.
Requieren suelos fértiles y bien drenados, así como una exposición a pleno sol. Por lo general, comienzan a florecer a partir de los siete años. A no desesperar
Y no necesita mucho más cuidados, a veces es conveniente entutorar para protegerlo de los vientos fuertes del sur por eso poner siempre el tutor del lado sur y hacerle una buena atadura con algún material que no lastime la planta.
Espero les haya gustado el artículo de hoy y no dejen de observar esta belleza que nos regala la primavera…
SOMOS TAN ROBUSTOS Y ADAPTABLES COMO LAS PLANTAS.
REALICEMOS LOS “TRASPLANTES” NECESARIOS EN NUESTRAS
VIDAS Y CONFIEMOS EN NUESTRA APTITUD INNATA PARA PROSPERAR.
SUERTE…
Ing agr. María Paula Berta.
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