Por REDACCION
En la reciente Todoláctea celebrada en Esperanza, el Ing. Javier Baudracco, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias, brindó una charla destinada a inspirar a los pequeños tambos de la cuenca lechera, en torno a la sustentabilidad económica que son capaces de lograr, si se ajusta el manejo y se optimizan los recursos en función de la escala productiva.
Según su exposición, en el tambo escuela que coordina desde la Universidad Nacional del Litoral, "eso lo venimos logrando y sostenidamente, porque la sustentabilidad es satisfacer las necesidades de hoy sin comprometer las necesidades futuras”.
El investigador y reconocido asesor técnico, destacó los puntos principales de su gestión exitosa al frente del pequeño tambo escuela. “Es un tambo pastoril chico de 60 ha con 120 vacas y estamos logrando muy buenos resultados, principalmente económicos. Tenemos que tener sustentabilidad económica, social y ambiental. Con la económica podemos cuidar el ambiente y la gente. Eso lo venimos logrando. Entonces tenemos que cuidar el ambiente y hacerlo sustentable. Estamos mostrando los resultados de este sistema pastoril que son muy buenos”, explicó Baudracco.
DEMOSTRAR QUE SE PUEDE
Los sistemas pastoriles tienen muchísimo potencial para ofrecer todavía, según el profesor de la UNL, y esto se demuestra en el mundo. “Por ahí hoy en Argentina estamos preocupados por cuestiones siempre cotidianas y urgentes, pero en el mundo están pasando otras cosas. Se empieza a hablar de la licencia social, qué nos habilita la sociedad a producir, qué alimento quiere el consumidor, qué pasa en la góndola”. Y allí entra otro tema central. “El bienestar animal es un tema fuerte y el impacto sobre el ambiente es otro, además de la rentabilidad”, explicó Baudracco en diálogo con LA OPINIÓN.
-¿Cuáles son las claves para lograr ese cambio?
-Nosotros elegimos cuatro características que los sistemas pastoriles pueden desarrollar muy bien para cumplir con todo esto. Primero ser rentables. Esto es tener una meta económica clara. El productor tiene que ser muy rentable, pero no es fácil, la lechería es una actividad compleja que tiene muchas variables. Pero estamos trabajando con muchos productores que tienen buenos resultados.
-¿Cómo calculan esos resultados?
-Nosotros lo que buscamos es que quede un resultado económico después de pagar todos los gastos, de pagar amortizaciones y de considerar el 100% de la tierra (alquilada), nuestra meta son 2.000 litros de leche libres después de pagar todo eso. Eso le permite al productor poder vivir dignamente y poder crecer y tener buenas condiciones. Otra meta es el impacto ambiental. Los tambos pastoriles bien manejados a partir de las pasturas perennes pueden contribuir a que el suelo se transforme en una esponja. Que el suelo capture carbono. La lechería pastoril tiene un gran potencial para capturar carbono. Podemos hasta sanar ambientes que por ahí después de muchos años de suelos chacareados están exhaustos y con ganado arriba, podemos regenerarlos. Y estamos trabajando en eso con proyectos de investigación, un enfoque científico.
-¿Cuán importante es lograr el bienestar animal?
-Los tambos bien manejados permiten que las vacas expresen su comportamiento natural que es estar en pasturas, que las vacas tengan buenas condiciones de vida. En el mundo la percepción de los consumidores y lo que están pidiendo tiene que ver con eso. En Europa hay países que la leche ya viene con un packaging que indica que es de sistemas pastoriles porque eso la gente lo está valorando como algo muy positivo, además de que hay información científica que lo avala.
LOS NÚMEROS DEL TAMBO
El tambo escuela de la UNL en Esperanza tiene 120 vacas en 60 ha, una carga que para un sistema pastoril es alta pero posible. La recría se hace en otras 20 ha. Se logran producciones de aproximadamente 23/24 litros por vaca por día.
La alimentación se compone de 6 kilos de concentrados por vaca por día, Silo de maíz en autoconsumo y pasturas de alfalfa dos veces al día. La productividad alcanzada es notable. Está alrededor de los 15.000 litros de leche por día por ha. y están quedando hoy 1.500 litros de leche libre de resultado. “Nos estamos acercando a la meta que tenemos de 2.000 litros por ha. Mostramos el camino biológico productivo, económico, social y ambiental a quien quiera verlo”, indicó Baudracco.
-¿Cuál es el techo del tambo pastoril?
-Justamente por cuestiones ambientales estamos llegando al techo. Incluso los suelos no son de los mejores, entonces tenemos que ser muy cuidadosos. En ese tambo no nos podemos pasar de las dos vacas por ha en la carga. En estos sistemas tenemos el gran desafío de enfrentar las lluvias, el barro y el calor. En ese sentido, las pariciones y los terneros están concentrados en pocos meses que son más agradables para las vacas. Y hay que trabajar mucho en infraestructura. Ahora estamos pensando hacia futuro trabajar en pasturas más perennes. Pasturas no solo de un cultivo sino de varios, de manera que puedan resistir frente a esas adversidades climáticas. Esa es una estrategia. Y otra estrategia es mucha planificación y mucho gerenciamiento.
Por último, el mensaje final del experto fue: “Argentina se hizo grande gracias a pequeños productores. Tenemos que apoyarlos, colaborar con ellos. Tienen mucho para dar todavía. Por eso en los tambos necesitamos más planificación y más gerenciamiento, medir lo que hacemos, y veremos entonces que todo eso redunda en beneficios”.
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