Tras atravesar una historia complicada en su formación deportiva, Santino Barbi se convirtió en una de las figuras de la Copa del Mundo Sub-20.
En 2020, debido a la crisis que produjo la pandemia de COVID-19, un adolescente Barbi tuvo que dejar la pensión de Atlético Rafaela y regresó a su pueblo natal, El Tío, el cual solamente cuenta con 2.400 habitantes.
Barbi había llegado a las divisiones menores de la Crema en 2019. Al cerrarse la pensión por la cuestión sanitaria, sus padres consideraron que todavía era muy chico para vivir solo en un departamento.
La situación fue difícil, porque el guardameta se encontraba a las afueras de la órbita del fútbol y todo parecía indicar que aquel sueño de vestir el uniforme de un equipo profesional había quedado en el pasado.
Sin embargo, Santino Barbi no se quedó de brazos cruzados y optó por entrenar para continuar con la ilusión de su sueño: ser arquero profesional. Se viralizó un video suyo atajando en el medio del barro, entrenando con hambre y sed de gloria, a pesar de la situación. Con esa actitud, mostró que tenía una característica diferente a otros deportistas: tenía un temperamento de hierro que forjó una mentalidad ganadora.
Así fue que lo vieron en Talleres de Córdoba, se incorporó a esa institución y hoy disfruta de esta realidad.
En el Mundial Sub-20, Santino Barbi se erigió como el muro de la selección juvenil, demostrando que la adversidad solo fortaleció su espíritu. Cada atajada reflejó no solo talento, sino la historia de un joven que nunca renunció a su sueño, convirtiendo la frustración y el barro de su pasado en la grandeza de su presente.
LA PREMIACION
La Albiceleste tuvo dos integrantes que fueron destacados por la FIFA: Santino Barbi, el arquero, y Milton Delgado, el mediocampista que pertenece a Boca Juniors. El elenco marroquí también contó con dos futbolistas premiados: Zabiri y Othmane Maamma.
En el caso de Barbi, fue elegido como el mejor arquero, ya que cosechó cuatro vallas invictas en los siete partidos que jugó el representativo nacional juvenil. Además, solo recibió cuatro goles a lo largo de la competición, dos de ellos en la final con el elenco africano.
Delgado, por su parte, fue seleccionado como el tercer mejor jugador del torneo. El volante de Boca Juniors recibió el Balón de bronce, dado que jugó todos los minutos posibles del Mundial y fue una pieza clave para el andamiaje del equipo dirigido por Diego Placente.
El puesto al mejor jugador y Balón de oro fue reservado para el marroquí Othmane Maamma. Nacido el 6 de octubre de 2005 en Francia, Maamma ha construido una carrera que lo llevó a militar en el Watford de la Championship, la segunda división inglesa y se ganó el apodo de “CR7″ marroquí.