Bajo un sol abrasador que castigó a la Capital Federal con temperaturas que superaron los 34°C, la Confederación General del Trabajo (CGT) protagonizó ayer jueves una de las movilizaciones más significativas de lo que va del año. El motivo: un rechazo unánime al proyecto de "Modernización Laboral" que el Ejecutivo busca apurar en el Congreso.
Desde las primeras horas de la tarde, las columnas de trabajadores comenzaron a ganar las calles de Buenos Aires. Pese al operativo de seguridad y el intento de aplicar el protocolo oficial, el volumen de gente desbordó cualquier contención. A las 15:00 horas, cuando el acto central en Plaza de Mayo estaba en su apogeo, la humedad y el calor sofocante no fueron impedimento para que miles de gargantas reclamaran contra lo que consideran una "precarización encubierta".
Rafaela presente en el reclamo
La CGT Regional Rafaela no fue ajena a la cita. A través de un comunicado emitido en las últimas horas, la central obrera local ratificó su postura intransigente frente al proyecto.
Los dirigentes de la central obrera local, Roberto Oesquer (UOM), Marcelo Lombardo (SOIVA), Sebastián Beccaría (Luz y Fuerza), junto a Darío Cocco (SEOM), Carlos Varoli (Camioneros), Ma. Elena Martínez (Judiciales Santa Fe), Beatriz Armatti (Seguros), Fabián Rojas (FOECyT), entre otros referentes, se movilizaron para llevar el mandato de los trabajadores del centro-oeste santafesino a las calles.
"Nos oponemos terminantemente a cada punto de esta reforma. No vamos a permitir que se cambien horas extras por un 'banco de horas' ni que se precaricen las indemnizaciones", destacaron desde la CGT local, subrayando que este proyecto "vuelve a esquemas que ya fracasaron en la Argentina y solo generan más informalidad".
En el corazón de la protesta, en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, los referentes rafaelinos alzaron la voz para explicar el impacto local de estas medidas. Roberto Oesquer fue tajante al señalar: "Estamos ante un intento de desfinanciar a las familias trabajadoras. En Rafaela, el corazón productivo, sabemos que sin salarios dignos no hay industria que aguante".
Por su parte, Marcelo Lombardo puso el foco en la pérdida de derechos: "Lo que llaman 'libertad de negociación' es, en realidad, poner al trabajador en una situación de total vulnerabilidad. Hoy la respuesta fue la unidad y desde Rafaela llevamos ese mandato". En sintonía, Sebastián Beccaría destacó la importancia de la escala federal de la marcha: "El impacto tarifario sumado a la reforma laboral es un combo letal. No es un problema de Buenos Aires, es un ataque al bienestar social de todo el país".
En Buenos Aires, la actividad comenzó temprano. Al mediodía, las inmediaciones de la Avenida 9 de Julio ya mostraban un tránsito colapsado. La movilización fue un mosaico de sectores: camioneros, estatales de ATE (que cumplieron un paro nacional), docentes, municipales y movimientos sociales.
A las 15:00 hs dio inicio el acto principal. El escenario, montado de espaldas a la Casa Rosada, recibió a los triunviros de la CGT, finalizando el mismo entrada las 17:00 hs, donde comenzó la desconcentración bajo una atmósfera pesada, con manifestantes buscando alivio en las fuentes de la plaza y los pocos puestos de hidratación disponibles para combatir el calor extremo.
El pulso en la Provincia de Santa Fe
Mientras en Buenos Aires la política se jugaba en la calle, en Santa Fe y Rosario la protesta tuvo su propia impronta federal. En la capital provincial, la unidad sindical se manifestó frente a la Legislatura, mientras que en Rosario, la flamante "CGT Unida" debutó con una marcha masiva que terminó en la Plaza 25 de Mayo.
El reclamo santafesino fue claro: exigir a los legisladores nacionales de la provincia que no voten en contra de los intereses de quienes los eligieron. "No es momento para dirigentes tibios", se escuchó en los discursos de cierre en la ciudad del sur provincial.
¿Qué sigue?
La jornada de ayer fue apenas el primer paso de un plan de lucha que promete escalar. Jorge Sola, secretario de la CGT, fue tajante: "Sigan sin escucharnos y terminaremos con un paro nacional".
Desde Rafaela, los gremios locales se mantienen en estado de alerta y asamblea permanente, coordinando acciones para que el rechazo a la reforma se sienta en cada fábrica, comercio y municipio de la región.