Por Guillermo Briggiler
En el mundo de este siglo, con las redes sociales omnipresentes, nos hemos acostumbrado a ver a controvertidos personajes en un desfile incesante de lujos, viajes exóticos y bienes materiales. En Argentina, pocos episodios han ejemplificado mejor esta cultura del consumo ostentoso que la sucesión de escándalos entre Wanda Nara, Mauro Icardi y la China Suárez. La exposición de sus vidas en redes como Instagram genera un espejismo de riqueza que muchos aspiran alcanzar, pero que rara vez refleja una verdadera solidez financiera. En esas mismas publicaciones podés intuir lo mal que la pasan a pesar de lo que muestran en sus redes.
En la era digital, es común confundir el consumo con la riqueza. Las imágenes de cenas en restaurantes exclusivos, autos de alta gama y bolsos de diseñador pueden hacernos creer que estos bienes son el símbolo del éxito económico. Sin embargo, lo que vemos en estas publicaciones no es riqueza en sí misma, sino el resultado del gasto.
La riqueza real, por el contrario, se construye con lo que no se consume: se trata de la acumulación de activos, la inversión en negocios sostenibles y la capacidad de generar ingresos pasivos.
Sería poco habitual ver en Instagram una publicación de tu vecino, sentado en la vereda con el termo y el mate, porque celebra que compró acciones en lugar de irse a veranear a Pinamar. Tampoco veremos en esa misma red social que tu amigo comparta una foto de su cochera vacía como símbolo de haber decidido invertir en inmuebles, como la Torre Regina que auspicia estas líneas, en vez de adquirir un nuevo automóvil o una moto para viajar. La construcción de riqueza es un proceso silencioso y a largo plazo, alejado del exhibicionismo digital.
Pero, ¿cómo podríamos promover un cambio de mentalidad en torno al dinero y la inversión? Quizás, podríamos crear un "Instagram del compounding silencioso", donde se valore la paciencia financiera y la toma de decisiones inteligentes que garanticen estabilidad y crecimiento en el tiempo. Cabe aclarar: el compounding, o interés compuesto, es el proceso en el cual los intereses generados por una inversión se reinvierten para generar nuevos intereses. A lo largo del tiempo, este efecto produce un crecimiento exponencial del capital, ya que no solo se gana sobre la inversión inicial, sino también sobre los intereses acumulados.
Mientras tanto, es fundamental fomentar la educación financiera desde edades tempranas (en especial en las escuelas). Comprender la diferencia entre activos y pasivos, entre ingresos y patrimonio neto, puede marcar una gran diferencia en la vida de una persona. Si bien es válido disfrutar de los frutos del esfuerzo, también lo es aprender a equilibrar el consumo con la inversión responsable. Hoy se fomenta más el consumo que el ahorro.
El camino para alcanzar la libertad financiera tiene algunas reglas que cumplir.
Gastar menos de lo que se gana. Si bien puede parecer obvio, pero muchas personas viven al límite de sus ingresos o incluso endeudadas para mantener un estilo de vida.
Construir un fondo de emergencia. Contar con ahorros para imprevistos evita endeudarse ante situaciones inesperadas, recuerden lo que ocurrió en la última pandemia donde se nos prohibió trabajar.
Invertir inteligentemente. En lugar de dejar el dinero en el colchón, perdiendo valor por la inflación, buscar opciones como acciones, bonos o bienes raíces.
Diversificar ingresos. No depender de una única fuente de ingreso, sino buscar formas adicionales de generar dinero, como emprendimientos o inversiones.
Evitar deudas innecesarias. El crédito puede ser una herramienta útil, pero hay que usarlo con responsabilidad y no para financiar un estilo de vida insostenible.
Pensar en el largo plazo. La riqueza no se construye de la noche a la mañana, sino con constancia y paciencia.
Seguir aprendiendo. La educación financiera es una herramienta clave para tomar mejores decisiones económicas.
En definitiva, mientras las redes sociales continúen glorificando el consumo inmediato, es crucial recordar que la verdadera riqueza no siempre se exhibe. Se encuentra en las decisiones financieras tomadas en privado, aquellas que no generan likes pero que garantizan tranquilidad, estabilidad y un futuro próspero.
Sino cabe preguntarle a los protagonistas del culebrón del momento, si los Me Gusta que cosechan sus publicaciones les dan una vida más rica y feliz.
#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB
@GuilleBriggiler
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