Por REDACCION
La investigadora Daiana Perri se explayó sobre la compleja biología de estos insectos. “Las hormigas tienen en sus antenas receptores para compuestos químicos con los que se comunican y socializan entre ellas. Así pueden interactuar en la oscuridad del nido en donde cultivan el hongo del que se alimentan o percibir las señales de sus pares en los largos caminos que recorren para buscar material verde para el hongo. Es más, pueden encontrar una planta por el olor a distancias considerables”.
“Hay que conocer las prácticas productivas de la zona, la biología y el comportamiento de la plaga para plantear un manejo integral. Hay mucho para investigar y trabajo por hacer con las hormigas y los productores. Estamos dando pasos firmes y los resultados son alentadores”, coincidieron las investigadoras.
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