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Rural Jueves 24 de Febrero de 2022

La falta de hacienda se hace sentir y los precios pegan un salto

En los últimos días, las principales categorías registraron subas que se condicen con la escasez de la oferta. Las correcciones se replicarán también en el mostrador, en tiempos donde el poder adquisitivo evidencia un marcado deterioro. ¿Cómo está la cadena y qué ocurre en nuestra región?

REDACCION

Por REDACCION

Los expertos lo anticiparon y acertaron. Febrero estaba señalado como el mes a partir del cual el consumo comenzaría a ajustar valores y en los últimos días se han visto valores para la hacienda liviana en Liniers superior a los $300 tanto en machos y hembras, avanzando entre un 5% y un 6% semanal. Indefectiblemente, estas mejoras representan una corrección en el precio de la media res en gancho, que se deberá trasladar a los mostradores en el corto plazo.
Cabe recordar que el año pasado, tras varios meses de retraso, la hacienda gorda corrigió su valor entre noviembre y diciembre en más de un 20%, ajuste que se trasladó plenamente al mostrador durante los últimos meses del año. Sin embargo, en enero, el precio de la carne ajustó sólo un 2,5% quedando por debajo del 4,9% de la inflación del rubro alimentos. “La expectativa hoy está puesta en la reacción de los consumidores ante este nuevo aumento, tratando de analizar cuán resistente se presentará la demanda, al actual nivel de consumo”, indicaron especialistas de ROSGAN, el mercado ganadero pionero en la comercialización de hacienda por TV.
Por el lado de la oferta, la situación es clara y contundente teniendo en cuenta que hay una escasez notoria que se viene registrando desde el año pasado y que, “por efecto de la seca, se acrecentará este año con impactos que seguirán presentes en al menos los próximos dos ciclos ganaderos”.

ACTORES EN VILO
Las invernadas pastoriles y los sistemas de engorde a corral se enfrentarán a un escenario muy adverso, de acuerdo al análisis de los técnicos de la institución.
En el caso de los sistemas extensivos, aún aquellas zonas pampeanas donde la situación es menos acuciante y las lluvias recibidas ya permiten proyectar siembras tempranas de algunos verdeos, “hoy sufren una baja en el nivel de reservas forrajeras que, en muchos casos obliga a reducir temporalmente las cargas”. Pero también existe una realidad más apremiante como es la que viven hoy campos de cría del norte (mucho más extrema hacia el NEA) donde “la salida de los campos resulta inminente, con invernadas más livianas, mucha vaca flaca y menor reserva para reposición”
Por el lado del feedlot, la situación también es complicada y genera interrogantes. El efecto de la seca ha golpeado muy fuertemente el rendimiento de los cultivos de siembras tempranas, por lo que “se teme un faltante importante en la oferta de granos de los primeros meses hasta tanto ingrese la cosecha tardía”. Si bien la relación ternero/gordo se encuentran mucho más acomodada tras esta última suba (1.10), no deja de ser un ajuste estacional cuya mejora comenzará a erosionarse a medida que avance la zafra y vuelvan a afirmarse los valores de la invernada.
En este contexto, la escasez que se venía dando el año pasado con una caída del nivel de faena superior al millón de animales, en la actualidad se observa de manera muy marcada en los números de faena del primer mes del año.
En concreto, se afronta un año en el cual nuevamente resultará escasa la hacienda gorda, donde la demanda interna (a pesar de su debilidad de compra) se resiste a seguir residiendo consumo y una exportación que, aún en medio de las restricciones vigentes, goza de excelentes valores internacionales que no querrá desaprovechar. “Todo ello, en un contexto de inflación creciente que presiona al alza el costo de los insumos y una brecha cambiaria que obliga al productor a resistir en el negocio, evitando la descapitalización”, concluyeron desde ROSGAN.

LA REGIÓN NO ESCAPA A LA REALIDAD
Uno de los integrantes del equipo de hacienda de la Cooperativa Guillermo Lehmann, Federico Díaz, describió en el programa radial ADN Rural el panorama que atraviesa la región. En ese sentido, reconoció que “se vienen dando aumentos en las categorías” y puso como ejemplo el caso del novillo gordo especial: “hubo aumentos que han superado los $300 y eso obedece no solo a los costos de producción, sino también a la escasez de mercadería. “Esas son las variables que han determinado un aumento en el valor del consumo especial, que traccionó también al novillito en Liniers y toda la mercadería que ha dado vuelta ha estado muy firme”, explicó.
Con respecto a las categorías pesadas y de exportación, el experto consideró que “todo viene fluyendo con una plaza sostenida” y comentó que la tan renombrada “vaca China” se encuentra muy firme. En tanto, manifestó que la vaca conserva y manufactura están muy cerca de la vaca consumo en materia de precio y no se diferencia el costo de engordar el animal.
En cuanto a la exportación del novillo relacionado con la cuota – Hilton tuvo aumentos en el precio de la carne, a partir de una tracción y una demanda en la faena. “Los frigoríficos siguen reactivándose y sigue aumentando la demanda en cuanto a esos cortes; esto se debe también al contexto internacional porque, si bien el COVID-19 no desapareció, se han levantado algunas restricciones en el viejo continente”.
Por último, reparó en el consumo y la venta de animales gordos que, según puntualizó Díaz, “traccionó a la invernada”. Y concluyó: “en los remates televisados sobre todo se observaron aumentos de un 5 a un 10%, en donde nuevamente se pone en jaque todo el sistema de engorde y lo coloca otra vez en números rojos”.

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