El gobierno del presidente Javier Milei anticipó que propondrá modificaciones al proyecto de Presupuesto 2026 durante su discusión en el Senado, luego de que la Cámara baja rechazara la derogación de la ley discapacidad y el financiamiento universitario, entre otras cuestiones que contemplaba el caído capítulo 11 de la iniciativa.
Así lo confirmó este jueves el ministro de Interior, Diego Santilli, durante un intercambio con la prensa acreditada en la Casa Rosada. “Nosotros vamos a apostar a trabajar en el Senado a ver si podemos introducir algunas modificaciones que permitan ordenar esta variable”, reveló el funcionario. “Hay algunos temas que nos faltaron que están en el capítulo 11 que los vamos a trabajar en el Senado a ver si podemos reestructurar y trabajar en conjunto”, insistió. Y terminó expresando que confía en que se pueda "hacer un trabajo para mejorar la muy buena media sanción" lograda en la Cámara de Diputados “para hacerla mucho mejor”. Fuentes del Poder Ejecutivo habían anticipado previamente a la Agencia Noticias Argentinas la decisión de “mandar modificaciones al Senado para asegurar el equilibrio fiscal en el Presupuesto”.
De esta forma, el Gobierno buscará acomodar los números luego de que Diputados le rechazara la derogación de la ley de Emergencia en Discapacidad y de la ley de financiamiento de universidades, contempladas en el polémico artículo 75 de la norma. Para la Casa Rosada, tal como quedó redactado el Presupuesto no ve viable cumplir con las metas de déficit cero en 2026, por lo que probará con cambios en el Senado y, de no conseguirlos, quedaría abierta la puerta a un veto posterior.
La discusión en la Cámara alta comienza este viernes y el objetivo del bloque de La Libertad Avanza (LLA) es conseguir el dictamen de comisión mañana mismo de manera tal de dejar el texto listo para llevarlo al recinto la próxima semana.
En caso de poder introducir cambios en la ley ya aprobada en Diputados, el proyecto debería volver a ese cuerpo para aceptar las modificaciones o bien insistir con la redacción original. Fuentes del oficialismo en el Senado señalaron a esta agencia que no estaba confirmado el número de avales necesario para hacer modificaciones.
En la madrugada de este jueves el Gobierno logró aprobar en general el proyecto de Presupuesto 2026, pero quedó por el camino su intención de eliminar las leyes de discapacidad y universidades, dos temas que le habían traído disgustos este año. Se trata de la tercera derrota consecutiva del oficialismo para cada uno de estos dos temas, ya que a la sanción original en ambas cámaras del Congreso se siguió la insistencia opositora para restituir la vigencia de las normas luego de que el presidente Javier Milei las vetase.
El capítulo 11 del Presupuesto, que fue volteado por la oposición en la votación en particular, incluía también la restricción del régimen de zona fría para usuarios de gas y la eliminación de la automaticidad en la actualización de las Asignaciones Universales por Hijo, por Embarazo y Asignaciones Familiares, como pretendía el Gobierno.
Además ese capítulo incorporaba el cumplimiento de los actos procesales dispuestos por la Corte Suprema sobre el reclamo por la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires, y también la transferencia de recursos el supremo tribunal al Consejo de la Magistratura por 21.347 millones de pesos.
El oficialismo introdujo estas dos modificaciones en el capítulo 11 como anzuelo para lograr que otras fuerzas políticas acompañaran todo el paquete de medidas, inclusive las más impopulares como la derogación de las leyes de Discapacidad y universidades, o la quita de beneficios por zona fría.
LOS FALLOS DEL GOBIERNO
El Gobierno río primero con la aprobación del Presupuesto en general pero la oposición se desquitó al derribar un capítulo entero del proyecto, que incluía el famoso artículo 75 que derogaba de las leyes de financiamiento universitario y discapacidad. Por lo inesperado del desenlace, que le valió un festejo de guerra en el recinto, fue la oposición la que se quedó con las mejores sensaciones, mientras que el oficialismo, abrumado, se hundió en un mar de tribulaciones y deposita su única esperanza en reponer la parte suprimida en el Senado.
El Gobierno movió cielo y tierra para blindar el capítulo, y hasta último momento el ministro de Interior, Diego Santilli, aparcó su trineo en el Congreso para repartir regalos navideños a los gobernadores serviciales, en forma de ATN, lo que para la oposición real fue visto como una “extorsión”. El oficialismo pecó de ambición desmedida y amateurismo político al concentrar muchas de las medidas de ahorro fiscal en un solo capítulo. Además de la derogación de las leyes de discapacidad y universidades, insertó en el mismo paquete la restricción de la zona fría de usuarios de gas, que le quitará subsidios a algunas regiones con climas hostiles. También incluyó allí la quita de la automaticidad en las actualizaciones de prestaciones de ANSES como las asignaciones familiares, AUH y Asignación por Embarazo, para darle discrecionalidad a los aumentos.
Como anzuelo para que algunos diputados votaran este tipo de medidas impopulares incorporó en el mismo capítulo la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires. Creyó que con los votos del PRO (muy susceptible a las finanzas porteñas) alcanzaría, pero le estaba pidiendo demasiado a otros aliados “más caros”, como los gobernadores, que no se iban a inmolar así porque sí. En realidad el problema no fue tanto de billetera esta vez, sino de confección del articulado: poner tantas reformas en un solo capítulo era un arma de doble filo porque le impedía a los diputados poder diversificar su voto, avalando algunas medidas y rechazando otras.